Resulta difícil de entender, más allá de la simpatía y expectativa que suscita la candidata de Fuerza Social, Susana Villarán, la dificultad que muestra la miraflorina, por una parte, para deslindar entre la nueva alternativa que ella estaría encarnando, la de un proyecto político que aglutinaría a sectores del centro izquierdo, una izquierda susodichamente moderna, y la alternativa enarbolada por el comandante Ollanta Humala. Y por la otra, para dejar de confundir entre lo que es una elección, aunque evidentemente política, de corte netamente vecinal, o como se sostiene de índole local.Digo esto, pues con respecto a lo primero, me causó gran desazón el hecho de que Susana Villarán, durante la entrevista que concedió en el programa Francotirador de Jaime Bayly, no haya podido, a pesar de los esfuerzos que desplegaba el Niño Terrible de la Televisión, tomar distancia no solo ideológica sino también partidariamente con el comandante. Para mi modesto entender, Jaime Bayly, quien ha declarado su apoyo a la Villarán, debe estar molesto, debido al malgasto que hizo la candidata de Fuerza Social, cuando le ponía en bandeja las preguntas para que deslindase en este campo de una vez por todas. Susana Villarán dejó pasar la oportunidad.En tal sentido, creo pertinente que la outsider de estas elecciones podría estar subestimando el rechazo del electorado limeño con respecto a todos aquellos que no deslindan con las posiciones que consideran extremas. Recuerdo: Ollanta Humala perdió en Lima la elección presidencial de 2006 y la perdería nuevamente en caso de presentarse ante elector capitalino. Reitero: Hace mal Susana Villarán en no dejar las cosas a ese nivel en claro. Como tampoco las que conciernen a Patria Roja. Quién mejor que ella para saber entonces lo que se tiene que hacer.En lo que concierne a lo segundo, cabe señalar que, si bien es cierto que ganar la plaza de Lima ocupa en términos electorales el segundo lugar en importancia en el país, no obstante triunfar en ella no equivale a ganar a nivel nacional. Ni el Jirón de la Unión no es Lima, ni Lima es el Perú: El proceso electoral en curso, una vez más reitero, se circunscribe al ámbito local. Y si bien es cierto que su resultado abre nuevas avenidas de prospección en términos políticos, el Alcalde de la ciudad capital es eso y nada más que eso. La elección presidencial es otro cantar.Ya que si bien es cierto que la irrupción de la candidata de la llamada nueva izquierda anuncia que existe una demanda de cambio que puede encontrar respuesta política viable a partir de la integración de fuerzas del centro hacia la izquierda del espectro político peruano, su eventual consolidación no estaría garantizada por el simple hecho de que Susana Villarán gane las elecciones este próximo domingo. Muy por el contrario, podría incluso perjudicar el éxito de una opción presidencial de este tipo debido a que su agrupación no ganaría en casi ningún distrito y a su relación no necesariamente armoniosa con el gobierno central. Por lo tanto, me atrevo a decir que la entrevista que concedió la Villarán en el dominical Francotirador, lejos de consolidarla la podría haberla perjudicado, lo cual resultaría bastante peligroso en una coyuntura como la de este 27 de septiembre. Pues en el debate que se llevará a cabo en algunas horas, la miraflorina no podrá permitirse cometer ningún error. Esto más allá del hecho de que muchos digan que esta tiene la victoria asegurada porque es la Tía Bacán de la política peruana. Cuidado, guerra avisada no mata gente...