El polémico texto fue presentado este martes por el ministro francés de Inmigración e Identidad Nacional, Eric Besson, ante la cámara de Diputados. Se trata del quinto proyecto de ley sobre inmigración presentado en los últimos siete años y ha recibido la condena de la oposición francesa y de diversos organismos internacionales.
En sus puntos más polémicos el texto prevé facilitar la expulsión de extranjeros en situación irregular, incluidos aquellos con ciudadanía de países miembros de la Unión Europea, además de retirar la nacionalidad a franceses de origen extranjero, naturalizados durante menos de diez años y que hayan atentado contra agentes del orden o un representante de la autoridad pública.
Esta última una cuestión esbozada por el mismo presidente francés, Nicolas Sarkozy, en su ya famoso discurso en Grenoble, en julio pasado, en donde por primera vez durante su mandato relacionó delincuencia e inmigración, desencadenando una masiva deportación de gitanos de origen rumano o búlgaro desde territorio francés.
El ministro Eric Besson defendió las medidas incluidas en el proyecto de ley ante el hemiciclo del Parlamento francés señalando que están “destinadas a luchar contra la inmigración ilegal como condición para la integración de la inmigración legal”...
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