Otro gigante de Hollywood ha fallecido. Tony Curtis, prolífico actor norteamericano que nos fascinó disfrazado de mujer junto a Jack Lemon y Marylin Monroe en “Con faldas y a lo loco” de Willy Wilder. En las comedias o en las películas de acción y aventuras Tony Curtis marcó toda una época de oro del cine de Hollywood en los años cincuenta y sesenta y fue uno de los galanes más cortejados y cotizados.
Hijo de un sastre judío, Bernard Schwartz, de nombre artístico Tony Curtis, nació en el Bronx, Nueva York en 1925. Desde niño quería ser actor y para salir adelante se enroló en el ejército de marina, en donde dio sus primeros pasos como actor aficionado. Su primer papel en el cine lo obtuvo en 1948 en una película de Robert Siodmak “Criss Cross”, lo que le permitió a renglón seguido firmar un contrato de siete años con los estudios Universal.
En las películas del oeste como “Winchester 73” junto a James Stewart, en las de romanos como “Espartaco” de Stanley Kubrick, junto a Kirk Douglas, en una de bárbaros como “Vikingos” de Richard Fleischer de nuevo con Kirk Douglas y Janet Leigh, en el mundo del circo en “Trapecio” de Carol Reed junto a Burt Lancaster, haciendo de periodista corrupto en “El gran chantaje” de Alexander Mackendrick, o en thrillers como “El Estrangulador de Boston” de Richard Fleischer junto a Henri Fonda, Tony Curtis ha deleitado nuestra juventud con películas que eran populares y de gran calidad, dirigido por los mejores realizadores de la época.
Su paleta interpretativa de la comedia al drama, hacen de él uno de los grandes e inolvidables actores del cine norteamericano. Ya a fines de los sesenta su participación en la serie de televisión “los persuasores, o dos tipos audaces” junto a Roger Moore le dio a conocer a las nuevas generaciones y lo inmortalizó en la pequeña pantalla familiar...
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