Como estaba previsto, la operación de Rania de Jordania no revestía ninguna gravedad, por lo que sólo dos días después ya era dada de alta del hospital neoyorquino y se marchaba a hacer unas compras por la ciudad, antes de volver a casa. La esposa del rey Abdalá mostraba muy buen aspecto, pese a llevar gafas de sol oscuras y es que la operación se trataba simplemente de corregir una pequeña arritmia cardiaca.Aprovechando su visita a Estados Unidos para asistir a una cumbre de la ONU, Rania de Jordania pasaba por el quirófano el día 27 y tras un sorprendente y rápido postoperatorio ya se encuentra de vuelta en casa con los suyos.
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