"El segundo tiempo" por el Perú con Ollanta

En febrero, cuando la pugna Alex Kouri-Lourdes Flores dominaba el escenario y se nos quería obligar a optar entre "la derecha y la derecha" aposté por una candidatura alternativa (1). Simpaticé con la de Susana Villarán desde cuando ella apenas contaba con “un dígito", el resto de la historia es bastante conocida. A comienzos de setiembre afirmé que el triunfo de aquella era inminente (2). Los gruesos errores cometidos por la derecha también han abonado a favor de mi afirmación, Susana Villarán será la próxima alcaldesa de Lima.¿Qué viene después? Tras el triunfo,  los cuadros técnicos y políticos de "Fuerza Social" recién estarán frente al verdadero reto, recibirán un hueso duro de roer. Tendrán que invertir gran esfuerzo y considerable cantidad de tiempo en el tratamiento de la pesada y nada transparente “herencia” de Castañeda Lossio. Deberán trabajar duro para asegurar una gestión exitosa, que corresponda a las expectativas despertadas en la ciudadanía. Mientras tanto, la odiada “lucha de clases” continuará su marcha, no nos dará tregua. El escenario político se ampliará, nuevos grupos sociales entrarán en acción y el abanico partidario sufrirá reacomodos. Pensando en términos de corrientes políticas tres serán las principales en la contienda electoral nacional: la derecha corrupta y mafiosa (Keiko Fujimori), la derecha neoliberal (Alejandro Toledo) y las fuerzas que están por el cambio (Ollanta Humala). No es difícil atar cabos, basta revisar su historial reciente para concluir que Toledo será el candidato de “el partido todos contra Ollanta”  (3). Y es que en el campo de la derecha, son los grupos de poder económico los que en última instancia determinan quienes serán sus instrumentos políticos. Hoy esos grupos de poder no están dispuestos a correr riesgos de alta tensión apoyando a un abanico de candidaturas de derecha. En ese cuadro, Castañeda Lossio, Velásquez Quesquén y otros más sobrarán, a lo mucho jugarán a la segunda vuelta y a ganar algunas curules parlamentarias. Será una guerra despiadada, la artillería del “terrorismo mediático” contra Ollanta Humala será mil veces más agresiva que la lanzada contra Susana Villarán. ¿Y por qué?, porque los grupos de poder económico abrigan grandes temores y no están dispuestos a que se les toque siquiera un pelo de sus fortunas amasadas al amparo de legislación tramposa, lobby y corrupción. Algo más, porque geopolíticamente el Perú es un país clave en la estrategia neocolonial de los “halcones” norteamericanos. Sinesio López -refiriéndose a la campaña electoral liderada por Susana Villarán- tituló uno de sus artículos “El primer tiempo" (4). En esa lógica, "el segundo tiempo" ha de ser liderado por Ollanta Humala y sólo un pensamiento miope o mezquino puede negarle esa responsabilidad. Bastaría un dato cuantitativo: en la primera vuelta del 2006 los antiguos partidos de izquierda obtuvieron el 0,7 % de la votación, Ollanta alcanzó el 31% (3'758,258). En la segunda, la coalición de facto se amplio y la votación del líder nacionalista llegó al 47% (Ollanta, consciente de ese singular hecho histórico, lanzó la consigna de "organizar el frente nacionalista, democrático y popular"). Para aquellos de estrechez de mira -y que se irritan por el liderazgo de ese militar patriota- hay que recordarles que el nacionalismo no es un movimiento político social que se inicie con Ollanta Humala y se agote con él. El nacionalismo no es un partido, es un movimiento que hunde sus raíces en las profundidades de nuestra historia y, hasta donde nos indica el análisis, tiene un largo futuro.Claro está, que para derrotar a la derecha el 2011 es imprescindible la unidad, el frente social y la acción conjunta de los partidos que están por el cambio. Ese es un axioma y quienes no lo respeten sólo cosecharán derrotas y frustraciones históricas. La derecha lo sabe bien y está convencida que si logra meter cuñas, es decir, mantenernos divididos, tiene asegurada la victoria. Por eso alienta candidaturas paralelas a la de Ollanta Humala (las llamadas "candidaturas de centro") y sueltan psicosociales para generar prejuicios y animadversiones entre esas fuerzas que luchan por el cambio.Sobre tamaño peligro muchos nacionalistas, socialistas y socialdemócratas  ya hemos advertido y hemos afirmado que el “síndrome de la división” es tan letal que sería saludable inscribir en nuestras banderas el lema profiláctico: ¡Sin unidad no hay victoria! (5). Incluso el año pasado hemos llegado a sugerir una fórmula electoral unitaria: Ollanta Humala-Marco Arana-Alberto Pizango (6). Su sola constitución ya sería el inicio de la derrota de la derecha. En resumen, hay que alentar  fórmulas que unan y no que dividan. El sentimiento unitario, junto al anhelo de cambio, es un factor subjetivo importantísimo para lograr la victoria. Lo fue para el triunfo de Alfonso Barrantes en 1983, lo es hoy para el de Susana Villarán y lo será para la victoria electoral del 2011.___________________________________________(1) Cuando los impíos se pelean, los justos ganan - Por una alternativa a la peligrosa estrategia de la derecha. Marco Brioneshttp://www.generaccion.com/usuarios/12398/cuando-impos-se-pelean-justos-ganan-por-alternativa-peligrosa-estrategia-derecha(2) El inminente triunfo de Susana Villarán. Marco Brioneshttp://www.generaccion.com/usuarios/32113/inminente-triunfo-susana-villarn(3) La derecha modifica su fórmula electoral: Cambia a Luis Castañeda por Alejandro Toledo. Marco Brioneshttp://www.generaccion.com/usuarios/19499/derecha-modifica-su-frmula-electoral-cambia-luis-castaeda-por-alejandro-toledo  (4) El primer tiempo. Sinesio Lópezhttp://blog.pucp.edu.pe/item/109531/el-primer-tiempo(5) La unidad de la izquierda y el pueblo. Marco Briones 21.11.2009http://groups.google.com.pe/group/marcobrionesgutierrez/web/por-la-unidad?hl=es(6) Cambio y Unidad. Javier Diez Canseco. La República 16.11.2009http://www.larepublica.pe/contracorriente/16/11/2009/cambio-y-unidad