La CGT, principal sindicato del país, ha convocado una huelga indefinida en la empresa pública de transportes RATP para el día 12 de octubre, cuando está convocada una nueva huelga. La reforma no sufrirá ningún cambio sustancial en su paso por la Cámara Alta, ha asegurado el presidente del Senado, Gerard Larcher.
El pulso entre el Gobierno de Nicolas Sarkozy y los sindicatos franceses a costa de la reforma del sistema de pensiones amenaza con adquirir una nueva dimensión. El conflicto, in crescendo desde que el Ejecutivo galo anunció su intención de retrasar de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación, no para de crecer: el principal sindicato del país, la Confederación General del Trabajo (CGT), ha llamado a una huelga “indefinida” en la RATP, la empresa pública que aúna a los transportes en París, que comenzará el 11 de octubre a las 22:30. Después de cinco huelgas y multitud de manifestaciones –el sábado fue la última, con cientos de miles de manifestantes en todo el país-, la decisión supone un salto cualitativo en la protesta, una “escalada” sindical, según la ha definido la CGT. El sindicato espera “arrastrar” con su propuesta al resto de las organizaciones sindicales, que a estas horas, sopesan adherirse al llamamiento. El 12 de octubre será la siguiente huelga. Al otro lado está el Gobierno. Que no parece dispuesto a ceder en el pulso. El primer ministro, François Fillon, afirmó ayer que los manifestantes “se equivocan” al manifestarse en contra de las reforma. “No renunciaremos al aumento de la duración de la actividad porque si por desgracia lo hicieramos, nuestro sistema de jubilación se derrumbaría bajo el peso del déficit”, enfatizó...Leer más en rfi