La participación del delantero del Barcelona en el partido del viernes en Saitama sigue siendo duda después de la lesión que sufrió en el tobillo el mes pasado durante un partido de Liga.
Tras su paso por la aduana, Messi, que llegó a Tokio en vaqueros y camiseta y luciendo una incipiente barba, firmó autógrafos a los aficionados que esperaban en el aeropuerto.
La participación del jugador de 23 años en los amistosos de su club y de su selección han aumentado la venta de entradas para los partidos en el este de Asia, y la Asociación de Fútbol de Japón (JFA) está desesperada por verlo jugar.
Medios locales informaron de que la Asociación del Fútbol Argentino recibirá un bono extra de 200.000 dólares por llevar a Messi a Japón para el encuentro, que será el primero de la plantilla local bajo la dirección de su nuevo seleccionador, el italiano Alberto Zaccheroni.
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