César Orlando Inga Ballón, Gerente Legal y Gerente General en Editora Perú
César Orlando Inga Ballón, Gerente Legal y Gerente General en Editora Perú, desde el 2002 cometió delito contra la fe pública, peculado y enriquecimiento ilícito. Ejerció ilegalmente como abogado. Dice tener estudios en la Universidad Católica en 1973, pero el Secretario General de dicho centro acredita que no figura entre los alumnos. Dice haber sido magistrado de la Corte Superior pero el Poder Judicial lo niega. César Inga Ballón tiene ocho años ejerciendo ilegalmente la abogacía en el diario que difunde las normas legales. La prueba son los documentos oficiales emitidos por el Poder Judicial, la Cancillería y la Universidad Católica, sobre su experiencia laboral y presuntos estudios universitarios consignados en su Declaración Jurada. La Jefa de Recursos Humanos de Editora Perú, abogada Marcela Truel, dice que no puede certificar si dicho funcionario cumple o no con las exigencias mínimas pues “desconozco los motivos por los cuales el directorio vigente a enero del 2002, no requirió al señor Inga la presentación completa de sus documentos de ingreso, al momento de efectuar el proceso de selección y contratación como Gerente Legal”. La empresa nunca pidió información adicional en algo tan esencial como el título de abogado para un Gerente Legal, el que no figura en los archivos de la empresa. Sólo existe una Resolución de la Universidad San Martín de Porres que indica que le otorgó el título de abogado en enero de 1975. Las páginas Web del FONAFE y de Editora Perú señalan que César Orlando Inga Ballón realizó los siguientes estudios: 1973 Letras en la Universidad Católica1974 Bachiller en Derecho. Univ San Martin1975 Titulo de abogado. Univ. San Martin Imposible terminar abogacía, con traslado de Universidad incluido, en solo dos años ya que los estudios de Letras son dos años que deben ser previos a los de Facultad de Derecho. Los estudios de Letras que Inga afirma realizó en la Católica en 1973 no existen. Lo acredita el Secretario General, René Ortiz Caballero, que el 23 de setiembre señaló que César Orlando Inga Ballón no figura en la relación de alumnos ordinarios de la Universidad Católica, entendiendo por ellos a quienes se matriculan en Estudios Generales, Facultades o Escuela de Post Grado, para realizar estudios que conducen a la obtención de grados o títulos. Si Inga Ballón no estudió Letras en la Católica tampoco pudo estudiar Derecho en la San Martín de Porres. Menos aún pudo conseguir dos diplomas, de Bachiller y abogado, en menos de dos años. Este funcionario, declaró en su Hoja de Vida que en 1988 y 1989 fue Magistrado suplente de la Corte Superior de Lima. No es cierto. El 28 de setiembre del 2010, el Secretario General del Poder Judicial, Fortunato Landeras Jones, informó que revisado el legajo y el sistema de personal no tienen registrado a César Orlando Inga Ballón como Magistrado de ese poder del Estado, lo que es corroborado por el Presidente de la Corte Superior, César Javier Vega Vega, el 13 de setiembre. Inga Ballón declaró en su Hoja de Vida que fue funcionario de la Cancillería, Departamento de Asuntos Políticos y Diplomáticos, representante de la Cancillería ante el Sistema de Defensa Civil, coordinador General de la Cancillería con CRYRZA, Coordinador General del gobierno peruano con la representación regional para América Latina del Alto Comisionado de las NNUU para los refugiados y miembro de la delegación peruana en las conversaciones sostenidas con Brasil sobre Transporte Aéreo. Ninguna de estas altas misiones ha sido acreditada por la Cancillería la que sólo indica que Inga laboró en dicho ministerio por 7 años como ayudante 5to, grado VII, sin que exista documentación que confirme las representaciones diplomáticas que supuestamente desempeñó. Consignó una experiencia laboral que nunca tuvo. La Cancillería señaló que no figuran en sus archivos título de abogado ni grado de bachiller de dicho trabajador. Inga Ballón no es Abogado ni Bachiller en Derecho, no realizó estudios universitarios ni en la Católica ni en la San Martín de Porres, no fue magistrado de la Corte Superior, nunca presentó documentos probatorios de su supuesta profesión y lo más grave asesoró durante ocho años a una empresa especializada en normas legales del Estado sin ser abogado.