Sábado 18 de mayo 2024 | Contáctenos
El cantante se dispone a lanzar una línea de pintaúñas llamada Una chica solitaria menos, con la que pretende alcanzar el mismo éxito comercial que con sus discos. Viendo que su pasión por las chicas podría llevarle por mal camino y arruinar su carrera musical, Justin Bieber habría decidido no jugarse su futuro económico a una única carta.
El joven ha decidido probar suerte en el mundo empresarial y ha creado una marca de pintaúñas llamada Una chica solitaria menos en colaboración con la empresa de cosmética OPI. A juzgar la facilidad con la que se venden sus discos, parece esperar que ocurra lo mismo con los esmaltes.
La línea incluirá variedades de distintos colores identificados con nombres tan variopintos como Concédeme el primer baile, en color plateado, Un brillo solitario menos, en color lavanda, y otro de color uva llamada Valiosa posesión morada.
No está de más que Justin Bieber explore nuevos terrenos comerciales que puedan servirle de apoyo en caso de que su carrera musical se venga abajo, algo que no suena tan descabellado teniendo en cuenta los últimos acontecimientos.
El cantante tiene a miles de chicas gritando su nombre y deseando tener una cita con él, una situación que el cantante no piensa desaprovechar. Mientras su madre le advierte de que las jóvenes podrían no tener buenas intenciones, él hace oídos sordos y queda con todas las que puede.
"Pattie está muy preocupada porque piensa que está perdiendo el control de su hijo. Teme que esa obsesión con las chicas le absorba el tiempo y la energía y pueda arruinar su carrera musical", afirman fuentes de Showbiz Spy.
El problema explotó finalmente hace pocos días, cuando Justin fue pillado besando a la cantante adolescente Jasmine Villegas y su madre decidió que era el momento de hacerle ver los problemas que la chica podría traerle.
"Pattie advirtió a su hijo sobre las maneras de ascender socialmente en Hollywood y cómo Jasmine podría estar usándole sólo para lanzar su propia carrera", continúa la fuente.
Pero Justin, con dieciséis años y más éxito del que puede asimilar, no le hizo demasiado caso: "Le entró por un oído y le salió por el otro. En lo referente a chicas, Justin está fuera de control".
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