Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
En pocas horas comenzará el operativo para sacar con vida a los 33 mineros atrapados en la Mina San José, en el desierto de Atacama, una de las regiones más secas del mundo, en el norte de Chile.
El alcalde del municipio de Copiapó, Maglio Cicardini, confirmó de manera oficial que el operativo sin precedentes que se realizará en Chile para llevar a la superficie a los operarios de la mina San José se iniciará a las 20 horas de Chile, algunas horas antes de lo previsto, por lo que se especula con que el primer minero saldrá alrededor de dos horas después.
Cuál será la tarea de los cuatro hombres que desciendan a comandar la operación, cómo estarán equipados los mineros, quiénes subirán primero y quién será el último, cuáles son los riesgos, qué pasará una vez que sean liberados. Todo está planificado.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, y el jefe de los rescatistas, Andrés Sougarrat, planearon hasta el más mínimo detalle.
Un equipo de elite
Cuatro hombres bajarán casi 700 metros por el ducto de rescate para unirse a los 33 mineros atrapados. Descenderán por la misma cápsula que los atrapados usarán para, por fin, salir a la superficie. Se trata de dos mineros y dos enfermeros. Los cuatro llevan preparándose exactamente 69 días, las mismas jornadas que los mineros llevan atascados en el yacimiento.
El orden de salida
Allí, reunidos en el fondo de la mina derrumbada se decidirá el orden de salida. La lista no será azarosa, y nada tendrá que ver con la voluntad de los atrapados. Si bien desde la superficie se los escucha en todo momento y un psicólogo trabaja con ellos, la decisión se tomará en el momento.
Claro que hay un listado estimativo. Los primeros cinco en ascender serán los más hábiles. Esto no necesariamente quiere decir los más jóvenes, sino que deben ser los más preparados física y psíquicamente. Los primeros rescates son muy importantes para suministrar información a los rescatistas.
Si bien se hicieron pruebas con la cápsula, ninguno de esos viajes transportó a un ser humano, por lo que no se sabe exactamente cómo se vive el trayecto. Estos primeros cinco hombres serán prácticamente interrogados cuando alcancen la superficie para poder instruir a los rescatistas que se encuentren en el interior de la mina.
Como en la NASA
El gerente regional de la Asociación Chilena de Seguridad, Alejandro Pino, presentó desde el Campamento Esperanza el vestuario que los mineros usarán durante el rescate. Son unos trajes rojos, cada uno de ellos personalizados con su nombre y hechos a medida.
Están confeccionados con hipora, un material que permite que el cuerpo pueda transpirar sin acumular humedad. La ropa interior se fabricó con fibras de cobre, para evitar el contacto con hongos y bacterias.
También llevarán un casco hi-tech. Equipado con un micrófono y un audífono inalámbricos les permitirá el contacto con el exterior. Además, contarán con un arnés biométrico, un cinturón similar al que usan en la NASA los austronautas.
En total, hay 12 dispositivos que se irán pasando de hombre a hombre. El biométrico permite controlar sus variables vitales mientras ascienden, como la presión arterial, la frecuencia respiratoria y cardíaca, la temperatura corporal o el consumo de oxígeno. Todos estarán conectados a la superficie en tiempo real mediante tecnología Bluetooth. Los artefactos disparan automáticamente una señal de alerta si los valores corporales muestran alteraciones graves.
Si este sistema llegara a fallar, los médicos instruyeron a los mineros para que puedan leer sus signos vitales e informar al equipo de salud que se encuentre en el exterior.
Además, los mineros llevarán guantes y gafas oscuras para evitar daños oculares después de los más de dos meses de vida en la semipenumbra.
El ascenso
Los 33 mineros serán izados a través de un ducto de 622 metros de largo y 66 centímetros de ancho, en una cápsula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso. Los rescatistas explicaron que deberán subir el equivalente a un edificio de 250 pisos.
La cápsula Fénix tarda aproximadamente 15 minutos en finalizar el trayecto, pero se calcula que el rescate de cada minero llevará una hora por toda la preparación previa.
En caso de encontrar algún problema, el minero a bordo de la jaula puede realizar un redescenso controlado. Esto quiere decir que la cápsula cuenta con un mecanismo de emergencia.
Si en el trayecto a la superficie surgiera algún problema y los mineros quedaran atascados en medio del túnel, podrán activar unas palancas que se encuentran en la parte superior de la cápsula y desenganchar la parte de arriba. El resto de la máquina podría bajar nuevamente hacia la mina con la ayuda de unas ruedas exteriores.
La Fénix también esta provista de ventilación en la parte superior, además de cuatro tanques de oxígeno que serán usados sólo en caso de emergencia.
Los riesgos
Este lunes, el ministro de Minería declaró que en la prueba realizada con la cápsula Fénix no existió "movimiento de bamboleo dentro de la cápsula, ni caída, siquiera, de polvo dentro de este ducto". Sin embargo, hay peligros que los rescatistas tienen muy en cuenta.
"Siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical", explicó Sougarret en su conferencia de prensa diaria en la mina. El riesgo tiene que ver con el desprendimiento de rocas o que la cápsula se atasque. Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, considera que el mayor peligro al que pueden enfrentarse es que los atrapados sufran un ataque de pánico durante el ascenso. "Esto se puede producir porque subirán en un vehículo que se desplaza por roca viva y cuyo flujo no es simétrico, además soportando vapor de agua con una temperatura de 30 grados", detalló Mañalich.
El no haber entubado todo el ducto también puede ocasionar problemas. Algunos expertos recomendaban el revestimiento total del ducto, sin embargo, sólo se encamisaron los primeros 56 metros. El resto de los 622 metros del trayecto puede ser más proclive a los pequeños derrumbes.
La recuperación
Una vez que alcancen la superficie, serán estabilizados en un hospital de campaña. Allí recibirá los primeros cuidados, como suero o antibióticos. Después, serán trasladados a unos compartimentos, semejantes a pequeños apartamentos, donde se reencontrarán con uno de sus familiares. Una vez estabilizados, viajarán en helicóptero al Hospital de Copiapó, donde los espera toda un ala especialmente acondicionada.
Si por alguna razón meteorológica el helicóptero no puede volar, serán trasladados por tierra. El trayecto toma, para sopresa de los rescatistas, 33 minutos.
Fuente: infobae
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