Las personas fueron detenidas inmediatamente después de que entraran en Serbia y otros dos autobuses que transportaban a hinchas desde la ciudad portuaria italiana estaban siendo revisados, dijo el ministro Ivica Dacic a la cadena de televisión B92.
La policía italiana detuvo a 17 hinchas por los disturbios ocurridos en el partido del Grupo C, que primero fue retrasado durante 45 minutos y luego suspendido tras disputarse sólo siete minutos.
Tras haber atacado a su propio portero antes del encuentro por haberse cambiado de club en Serbia, los hinchas lanzaron bengalas al campo de juego y contra aficionados italianos en el estadio Luigi Ferraris.
Ivan Bogdanov, el presunto líder del grupo que protagonizó los disturbios -que se subió una cerca y abrió un agujero en una red de seguridad para permitir que las bengalas pasaran-, fue uno de los 17 arrestados en Italia al ser reconocido por la policía por sus distintivos tatuajes.
Bogdanov, quien comparecerá en un tribunal el viernes, se disculpó con Italia.
"Mi protesta era contra un director de la asociación de fútbol serbia, diré más frente al juez", dijo en un comunicado.
"Soy nacionalista como todos y un gran hincha de Estrella Roja y también estaba enojado con el portero que ahora juega en el Partizán", señaló. "Le pido disculpas a Italia, es la primera vez que voy a su país. No tengo nada en su contra y no esperaba esto", agregó.
Serbia está esperando saber qué castigo recibirá de la UEFA mientras que las autoridades italianas han defendido su papel.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, ha instado al uso en toda Europa de tarjetas electrónicas para todos los aficionados que viajen que registra movimientos y ayude a seguir mejor a los posibles alborotadores. La introducción de las tarjetas no ha sido popular en Italia.
La violencia en Génova siguió a unos enfrentamientos de gran envergadura ocurridos en la capital serbia, Belgrado, donde grupos homófobos se enfrentaron con la policía en un intento por interrumpir una marcha gay.
Analistas políticos en Serbia creen que en el incidente estuvieron implicados grupos de hinchas afiliados a organizaciones de ultraderecha.
El fútbol serbio ha estado marcado por la violencia durante los últimos 20 años, con enfrentamientos entre hinchas rivales que han acabado con varias muertes y cientos de heridos graves.
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