La idea de que el “brillo” de las mujeres es distinto al “sudor” de los hombres tiene un nuevo punto de apoyo: las mujeres deben esforzarse más que los hombres para sudar al hacer ejercicio.
Además, los hombres son más eficientes para sudar, según científicos de la Universidad Internacional de Osaka y de la Universidad Kobe, en Japón.
El estudio, publicado en el diario Experimental Physiology estudió a 37 personas (20 mujeres y 17 hombres). Diez de las mujeres y 8 de los hombres habían entrenado en deportes de resistencia durante más de seis años.
Los demás no habían realizado ningún tipo de actividad física en los últimos tres años, con excepción de algunas clases de gimnasia. Ninguna de las mujeres había tomado anticonceptivos orales, un factor que habría podido alterar los resultados.
Los participantes hicieron ejercicio en bicicleta al 30, 50 y 65 por ciento de su absorción máxima de oxígeno durante una hora, con una humedad relativa de 45%.
Los investigadores descubrieron que los participantes entrenados tenían una tasa promedio mayor de sudor local en la frente, pecho, espalda, antebrazos y muslos en comparación con los participantes que no habían hecho ejercicio.
Pero también hubo una diferencia de género enorme: los hombres se beneficiaban más de su experiencia de ejercicio en la producción de sudor que las mujeres.
Los científicos descubrieron que las mujeres que no se ejercitaban tenían que esforzarse más o tener una temperatura corporal más alta para poder lograr la respuesta máxima de la glándula sudorípara activada.
Los científicos sugirieron que el aumento en la respuesta de las glándulas sudoríparas al ejercicio físico fue menor entre las mujeres entrenadas que entre los hombres entrenados. Esto podría deberse a que los hombres tienen mayores niveles de testosterona que las mujeres, y la testosterona podría aumentar la respuesta del sudor.
El sudor puede no ser muy agradable, pero hay buenos motivos para querer transpirar. El sudor consiste, sobre todo, en agua, sal, y restos de electrolitos, que ayudan a regular el balance de fluidos en el cuerpo, según la Clínica Mayo.
Este fluido proviene de las glándulas sudoríparas ecrinas, que son estimuladas por el sistema nervioso cuando la temperatura del cuerpo aumenta. Este tipo de sudor enfría al cuerpo a medida que se evapora en la superficie de la piel.
Pero existe otro tipo de sudor, que proviene de las glándulas sudoríparas apócrinas. Éste está asociado con el estrés emocional, y el mal olor que lo acompaña proviene de la bacteria que descompone a este sudor.
Los autores del estudio informaron que en investigaciones futuras analizarán la efectividad de los distintos tipos de sudor, y también estudiaran cómo la respuesta de sudar se relaciona con las hormonas reproductivas.
CNNmexico