Más que el rescate de los trabajadores mineros chilenos y un boliviano, lo que ha llamado la atención es el manejo publicitario global del gobierno chileno. Los asesores de imagen de Piñera vieron en el rescate (posible por la aridez del terreno de la mina), una forma de neutralizar la mala imagen que Chile dio al mundo con el terremoto de Concepción, la falta de respuesta del gobierno ante la emergencia y su secuela de vandalismo y pillaje, evidenciando que la sociedad chilena está muy dividida entre ricos y pobres. Se confirmó que existe una pobreza latente que es muy superior a las cifras oficiales, desmintiendo los discursos triunfalistas de la clase politica chilena. Esta campaña de imagen se lanzó tan pronto se tuvo certeza que el operativo de rescate sería un éxito. La marca "Made in Chile" ahora se vuelve a relanzar y hay elogios en todas partes, el rescate de mineros sepultados es muy dificil y en los últimos años en casi todos los casos conocidos, los sobrevivientes han sido mínimos. "Made in Chile" sin embargo oculta los problemas reales de la sociedad chilena, principalmente la precariedad laboral, los salarios insuficientes y las malas condiciones del trabajo manual, algo que ya se anunció se tratará de corregir modificando las leyes laborales. En su disputa con Perú por el mar territorial, Chile aventaja a nuestro país en términos de simpatía global. Entonces si mañana el Tribunal de la Haya falla a favor del Perú, Chile puede desconocer el fallo y el mundo dirá, que un país civilizado y exitoso tiene razones muy poderosas para no acatar el fallo. Ya Porter habló de la nueva riqueza de las naciones "Made in". Ojalá despierte la conciencia social en Chile ante los abusos del capital, y se desdoble el juego del Gobierno empresarial, que unió a los chilenos con el marketing global y el patrioterismo. Amén. EBL