Tres minutos es el tiempo que el árbitro Paolo Tagliavento detuvo el partido entre el Inter y Cagliari. ¿La razón? insultos racistas contra Samuel Eto'o.Si bien el partido se reanudó rápidamente, el entrenador del cuadro local Bisol Pierpalo defendió a su público: "No quisiera que haya confusión entre los silbidos generalmente "normales" destinados a los adversarios y los insultos racistas (...) conozco al público de Cerdeña y sé que es un público educado: Nunca he oído que los hinchas del Cagliari hagan una cosa así. En el terreno no entendíamos lo que estaba sucediendo”. Vía Sofoot.com