Columna: Agenda Política Título: La visita de Evo Por: César Campos R. Mañana pisará nuestro territorio el presidente de Bolivia, Evo Morales, a fin de relanzar – junto a su homólogo peruano Alan García – el proyecto Boliviamar, ese acuerdo que suscribieron hace 18 años Alberto Fujimori y Jaime Paz Zamora mediante el cual se concede acceso no soberano al hoy llamado Estado Plurinacional de una zona económica especial en el puerto de Ilo, para su administración. El hecho que se hable de “relanzamiento” lleva implícito el balance de su fracaso. Cuando Boliviamar fue materializado en enero de 1992 con un simbólico remojón de pies en las aguas del Pacífico por parte de Fujimori y Paz Zamora, había no pocas dudas acerca de su viabilidad tanto en Lima con en La Paz. No existía entonces – más que en los ideales – las propuestas de interconexión carretera hacia el litoral peruano y cualquier infraestructura a levantarse en esa área concedida de 5 kilómetros cuadrados requería ingentes recursos. Pero Paz Zamora debía entregarle a su pueblo la sensación de haber alcanzando inteligentemente una manera de romper con su mediterraneidad. Eso lo pagó con su ominoso silencio y hasta no muy reservado apoyo al autogolpe del 5 de abril del mismo año en el Perú. Se cuenta que el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, llamó por teléfono a Paz Zamora para adoptar una posición conjunta y firme contra la interrupción de la democracia en nuestro país, pero el boliviano se negó en redondo. No cabe duda que este “relanzamiento” de Boliviamar es obra cuidadosa del nuestro embajador en La Paz, el ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros, quien ha exaltado la necesidad de fortalecer el acercamiento entre ambas naciones en función a sus intereses permanentes y no a las zancadillas que de cuando en cuando Morales mete al Perú y a sus pares peruanos. Lo mismo podría decirse de su actitud frente a la Comunidad Andina a la que ha hecho trastabillar en más de una ocasión como en el caso de las negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo de libre comercio. Ahora tenemos circunstancias diferentes que hacen posible el impulso de Boliviamar como la carretera interoceánica y los mayores recursos minerales que explota el hermano país altiplánico lo cual convierte en necesario su acceso a la cuenca del Pacífico. Los países del lejano oriente (Japón, por ejemplo) demandan el litio boliviano; su salida por un puerto de nuestro litoral reducirá costos y aumentará los beneficios. Celebremos este paso y ojalá que Evo Morales no nos desagrade con alguno de sus conocidos exabruptos.