Domingo 19 de mayo 2024 | Contáctenos
El Gobierno afronta una semana muy dura y apuesta por requisar las refinerías. En Grandpuits los sindicatos confían en que la justicia anule la orden de requisar la planta. Las autoridades reconocen que los bloqueos representan un problema “logístico mayor” para el abastecimiento en vísperas de una semana marcada por la enésima huelga contra la reforma de Sarkozy.
La refinería de Grandpuits, a 80 kilómetros de París se ha convertido en el emblema de la lucha contra la reforma de las pensiones que a estas alturas se juega en el campo energético. Desde hace doce días, sus 400 trabajadores de Total están en huelga y desde el viernes es la única refinería de las 12 bloqueadas por los empleados que ha sido requisada por el gobierno tras la toma por la fuerza el viernes por la mañana por los policías antidisturbios.
Pero el pulso no afloja en esa planta, el viernes mismo un tribunal administrativo anuló la orden de requisar la refinería porque se “violaba el derecho a huelga”, el prefecto del departamento de la Seine-et-Marne sin embargo volvió a dar la orden a las 23h30 a los trabajadores de asegurar un servicio mínimo.
Desde hace dos días, la refinería de Grandpuits está custodiada por los CRS, los policías antidisturbios franceses, con unos veinte furgones que controlan la entrada y la salida de todo aquél que quiera llegar hasta la entrada al recinto: sólo trabajadores y periodistas pueden entrar solos, los demás tienen que ser acompañados por el personal...
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