Domingo 19 de mayo 2024 | Contáctenos
Este jueves es clave para ver la fortaleza del movimiento, los estudiantes se manifiestan a pesar de las vacaciones de invierno pero los sindicatos empiezan a flaquear. Cinco refinerías han decidido volver a funcionar, algunos líderes sindicales dudan de poder mantener el nivel de la protesta y el Gobierno no está dispuesto a mover ni una coma del proyecto de jubilación.
El cansancio comienza a hacer mella en los huelguistas franceses. Este jueves está convocada una nueva huelga en el país, situación que se repite casi a diario desde el 12 de octubre y que ha movilizado a millones de manifestantes y ha llegado a poner el jaque el suministro de carburantes. Ayer, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, consideró que las protestas han entrado en un punto de inflexión, aunque los sindicatos quieren mantener el pulso, sin tener ya claro que contarán con las fuerzas necesarias.
La táctica del Gobierno de Nicolas Sarkozy para frenar el movimiento de protesta tenía señalada en rojo esta semana, confiando que las vacaciones de la festividad de Todos los Santos enfriaran las protestas. A partir de hoy, se podrá comprobar.
Las organizaciones de estudiantes han decidido prescindir de sus vacaciones y se han movilizado: a partir de este martes se manifestarán por todo el país, buscando mantener viva la llama de la protesta, mientras llega la nueva jornada de huelga convocada por los sindicatos. Así, en París unos mil estudiantes se han concentrado frente al Senado y se han celebrado centenares de concentraciones en todo el país.
Pero las primeras fisuras comienzan a aparecer entre los huelguistas. Los trabajadores de cinco refinerías francesas -de las 12 con que cuenta el país- decidieron, tras celebrar sus respectivas asambleas, volver al trabajo. Es la primera vez desde el 12 de octubre en que no se encuentran completamente paralizadas todas las refinerías del país. Aunque siete continuarán paralizadas, una cifra nada desdeñable...
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