Por más que Angelina Jolie quiera centrarse en su trabajo, no la dejan. Tras la prohibición -ya levantada- de que no rodase en Bosnia, ahora la actriz se encuentra con que tiene que lidiar con su supuesto camello, quien está aireando todo tipo de comentarios sobre su presunta adicción a las drogas.
«Ella tenía 21 años y pronto se convirtió en habitual de mis encargos», recuerda Franklin Meyer en la revista 'Life & Style', donde asegura que le suministraba cocaína y heroína a finales de los noventa.
Fuente:Hoy