Por cierto, Lil Wayne está en la cárcel. Pero su imagen pública está lejos de encerrada.
El rapero, que se anticipa saldrá de prisión el jueves tras pasar ocho meses entre rejas por un caso de portación de armas, es el primer artista en 15 años con un álbum No. 1 en la lista de los 200 de Billboard mientras cumple una sentencia carcelaria. "I Am Not a Human Being" pasó una semana en la cima y ha vendido más de 323.000 copias desde que salió al mercado el 27 de septiembre, según Nielsen SoundScan.
Es difícilmente una distinción codiciada. Pero es tanto un reflejo de la popularidad de Lil Wayne como reflejo de una astuta maniobra multimediática. ¿Mantenerse vigente? Más que eso: omnipresente.
"El reto fue hacerle sentir al público como si él nunca se fue", dijo Bryan "Birdman" Williams, el cofundador de la disquera Cash Money Records que ha promovido la carrera de Lil Wayne desde que el rapero era un adolescente. "Se nos ocurrió una buena estrategia, y funcionó".
Los miembros del equipo que maneja al rapero programaron cuidadosamente lanzamientos de su música y vieron que sus respuestas al diluvio de correo de admiradores que ha llegado al complejo carcelario de Rikers Island las publicaba en Internet. Han acudido con frecuencia a Rikers en los horarios de visita y han tocado, y grabado, música por un teléfono de la prisión.
La campaña de Lil Wayne incluso tiene su propio eslogan _ "Liberen a Weezy", uno de sus apodos _ que circuló en canales que van desde camisetas hasta Twitter.
Para el rapero, la cárcel ha sido un difícil exilio del estudio de grabación donde generalmente le gusta pasar las noches, dicen sus socios. "Cuando a uno le quitan su pasión, debe ser frustrante", dijo Williams en una entrevista.
Pero para sus fans, no sólo ha proporcionado un flujo continuo de música nueva, sino una conexión inusualmente directa con uno de los superastros de la música. En un blog que creó para sus admiradores, ha ofrecido detalles de su día a día y respuestas a algunas cartas que, dice, lo ayudan a sobrellevar su encierro.
"Nunca imaginé que yo podía tener tal impacto en las vidas de los demás", escribió Lil Wayne en julio en el sitio Weezythanxyou.com.
Conocido por su enorme producción de temas inteligentes, complejos, a veces descabellados, Lil Wayne tuvo el álbum más vendido del 2008 y ganó un Grammy al mejor álbum de rap por "Tha Carter III". La revista Time lo incluyó en su lista de personas más influyentes el año pasado; el presidente Barack Obama recientemente le dijo a Rolling Stone que tenía algunas canciones de Lil Wayne en su iPod.
El rapero, cuyo verdadero nombre es Dwayne Carter Jr., se declaró culpable en octubre del 2009 de portar una pistola cargada en su autobús de gira tras un concierto en Manhattan en el 2007. Comenzó a cumplir su sentencia de un año en prisión en marzo.
Se espera que lo liberen antes por buen comportamiento, pese a un contrabando electrónico que lo llevó al aislamiento el último mes de su pena: en su celda se encontraron un cargador y unos audífonos para un reproductor de música digital, dijeron las autoridades. (El cantante reconoció el error en su blog).
Durante su permanencia en Rikers, también se declaró culpable de un cargo de posesión de drogas en Arizona y fue sentenciado a tres años de libertad condicional.
Lil Wayne se unió a una lista de exitosos raperos que han pasado tiempo tras las rejas, una lista que ha hecho difusa la línea entre el arte y la vida en un género que surgió de los barrios pobres y que a menudo habla de crimen y violencia. Grandes nombres como Tupac Shakur, Lil' Kim, Foxy Brown, Shyne, Mystikal, Gucci Mane y T.I. han sido encarcelados por periodos que van desde meses hasta años.
Varios raperos lanzaron discos estando encerrados; el fallecido Shakur fue el primero en lograr un No. 1 con "Me Against the World" de 1995, que salió mientras cumplía una condena por abuso sexual. Algunos han grabado música estando en prisión.
Fuente: Yahoo.es