El iPhone 4 salió a la venta poco después de que el iOS 4 estuviera disponible. Y si bien los usuarios de iPhone 3 y iPhone 3G S podían actualizarse, el funcionamiento de los equipos se volvía lento y se perdían algunas características de la plataforma.
Bianca Wofford, residente en San Diego, California, denunció a la compañía que preside Steve Jobs por prácticas de negocio injustas y publicidad engañosa debido a los daños sufridos en su dispositivo iPhone 3GS después de que ella instalara el nuevo sistema operativo iOS4 que sustituía al iOS3 y que tenía su celular por defecto.
La querellante exige una compensación económica así como US$5 mil para cada persona que haya visto cómo su teléfono se estropeaba debido al nuevo sistema operativo. Apple deberá hacer frente a la acusación, presentada ante el Tribunal Supremo de California.
Wofford explicó que tras renovar su iPhone de tercera generación con el nuevo software, el teléfono sufrió una severa "pérdida de funcionalidad" que la empresa no supo reparar.
Y aseguró que la única respuesta que recibió de la empresa fue por medio del servicio al cliente que le dio como solución comprarse el modelo siguiente de iPhone, el iPhone 4, en el que ya viene instalado el sistema operativo iOS4.
Wofford considera que Apple tenía conocimiento cuando lanzó al mercado el iOS4 que su instalación en dispositivos anteriores al iPhone4 tendría efectos perjudiciales para los usuarios y que, a pesar de todo, siguió adelante con la promoción de la actualización.
Fuente: infobae