En una entrevista conjunta concedida a la cadena ABC cuando ambos se encontraban en Australia para participar en una reunión ministerial con sus respectivos homólogos, Gates aseguró que la jefa de la diplomacia estadounidense estaría preparada para encargarse del Departamento de Defensa cuando él abandone el Gobierno en algún momento de 2011 como anunció en agosto.
Gates respondió con un simple "seguro" cuando fue preguntado por la periodista Cynthia McFadden sobre si Clinton sería capaz de sustituirle, según un extracto de la entrevista adelantada hoy por ABC.
Pese a la señal de confianza de Gates en las aptitudes de Clinton, la secretaria negó de nuevo, en un tono que recuerda casi a un regaño, que estuviera interesada en liderar el Pentágono.
"No es justo. Primero, queremos que Bob (Gates) se quede, así que no quiero que se hable en una televisión nacional sobre otra persona encargándose de su trabajo. Espero que podamos convencerle de que se quede" en el Gobierno del presidente Barack Obama, dijo.
"Esperemos que la fecha (de su retirada) se retrase más y más. Llegamos ambos al mismo tiempo (al nuevo Gobierno) y deberíamos abandonarlo juntos; esa es mi teoría", agregó Clinton.
"He dejado claro que me encanta el trabajo que tengo", recalcó.
Gates, como si quisiera retractarse de lo dicho anteriormente, también subrayó que "una de las grandes fortalezas de Hillary en su trabajo como secretaria de Estado es que es una gran portavoz de EE.UU. en todo el mundo y ese no es el papel del secretario de Defensa", dijo.
En el programa "Good Morning America" de ABC, el ex presidente de la Cámara de Representantes y republicano Newt Gingrich, también opinó que Clinton sería una buena secretaria de Defensa.
"Si aceptara (el cargo), lo haría estupendamente", señaló, Gingrich, quien trabajó con la ex senadora en el Comité de Servicios Armados.
"Ella tiene conocimientos, es firme, y creo que sería una defensora enérgica de las Fuerzas Armadas en cuanto a sus necesidades, sus presupuestos y sus preocupaciones", agregó.
Por otra parte, la jefa de la diplomacia también mostró su decepción por las elecciones legislativas del 2 de noviembre, cuando los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes.
"Lo lamento mucho. Me parece muy triste que muchas personas capaces tengan que abandonar el Congreso por hacer lo correcto", dijo Clinton, quien ya sufrió una vez las consecuencias de un revés tan duro para los demócratas, cuando su esposo y ex presidente Bill Clinton perdió la mayoría en 1994.
Muchos analistas se preguntan si Obama se acercará ahora más al centro, como dicen que lo hizo Bill Clinton, pero la secretaria de Estado lo ve diferente.
"No creo que Bill cambiara sus principios o sus objetivos o revirtiera el curso", señaló. "Lo que hizo fue evaluar concienzudamente lo que era posible hacer con el Congreso después de las elecciones y se movió en el frente que podía para lograr sus objetivos; y creo que es lo que hará también el presidente Obama", destacó.
Por otra parte, Gates y Clinton reiteraron su apoyo a la suspensión de la ley que impide a los soldados que se declaran abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas, aunque el secretario de Defensa reiteró que lo sensato es derogarla en el Congreso.
Fuente: Yahoo.es