Catherine Deneuve y Gerard Depardieu en "Potiche" de Francois Ozon. Mars distribution
De los estrenos de la semana en París destaquemos sobretodo “Potiche” del prometedor y muy de moda cineasta francés François Ozon, que ha adaptado al cine una conocida obra del teatro de bulevar francés con la que triunfó la actriz Jacqueline Maillan en 1977. Ozón ha reunido en un casting de lujo a dos monstruos sagrados del cine francés: Catherine Deneuve y Gerard Depardieu.
Desde sus comienzos con “Sitcom” en 1998, se ha convertido en uno de los directores más prolíficos y admirados del cine francés actual. A razón de una película por año, firma ahora con “Potiche” su duodécimo largometraje, en una carrera jalonada de algunos éxitos, con cintas como “Gotas de agua sobre piedras ardientes”, “Swmming pool” y “Ocho mujeres”. Obras saludadas a menudo por la crítica y el público.
Treinta años después de “El último metro” de François Truffaut, Ozon ha reunido a la pareja Deneuve-Depardieu, que han trabajado juntos en siete ocasiones. Pero esta vez se trata de una comedia cuando ya ambos tienen avanzada edad, y muy bien arropados por un casting en el que participan: Fabrice Luchini, Karin Viard, Judith Godreche y Jeremie Renier.
Catherine Deneuve que había trabajado ya con Ozon en “Ocho mujeres”, acepta de nuevo aquí a sus 66 años de edad un papel cómico, el de una burguesa muy tradicional que se ve obligada a dirigir el negocio familiar, una fábrica de paraguas, cuando su marido cae enfermo...
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