Según los resultados de un estudio realizado con un modelo informático, los expertos estimaron que un recorte diario de 3.000 mg de sodio en la adolescencia podría reducir un 30 a un 43 por ciento la hipertensión en la edad adulta.
La hipertensión, o presión arterial elevada, es una afección común que no presenta síntomas durante años, pero que puede terminar causando graves problemas de salud, incluyendo un ataque cardíaco o un ACV.
Otros beneficios fueron una merma del 7 al 12 por ciento en la enfermedad coronaria, entre un 8 a un 14 por ciento menos de ataques cardiacos y de un 5 a un 8 por ciento de reducción en la posibilidad de ACV, según los datos presentados en un encuentro de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Chicago.
Ése organismo recomienda limitar la ingesta de sodio a 1.500 mg. Los adolescentes consumen más de 3.800 mg, más que ningún otro grupo demográfico.
Los alimentos procesados contienen demasiado sodio. Un paquete de Doritos tiene 310 mg de sodio. La pizza es uno de los mayores problemas para los adolescentes cuando se trata de la sal, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de Estados Unidos.
"El beneficio adicional de un consumo menor de sal desde temprano es que podemos cambiar las expectativas sobre cómo debe saber la comida, idealmente hacia algo menos salado", dijo la doctora Kirsten Bibbins-Domingo, autora del estudio.
"La mayor parte de la sal que comemos no proviene de nuestro salero, sino que la sal ya está agregada a los alimentos que consumimos", añadió Bibbins-Domingo, profesora asociada de medicina y epidemiología de la University of California en San Francisco.
Fuente: yahoo.es