Así lo expresaron sus cancilleres tras arribar a una solución negociada para iniciar estudios científicos en la planta de celulosa de la finlandesa UPM y del río Uruguay, el curso fluvial que alimenta la fábrica. Así, han privilegiado el acuerdo políticos alcanzado por los presidentes Kirchner y Mujica en agosto pasado.
Con la firma del acuerdo, los dos países vecinos dieron por solucionado el prolongado conflicto bilateral por la enorme planta papelera -el mayor en las últimas décadas- generado por protestas de ciudadanos argentinos que se han pasado los últimos cinco años acusando a la empresa de contaminar el río.
El canciller uruguayo Luis Almagro y su par argentino Héctor Timerman sellaron la noche del domingo en Montevideo tras una reunión de casi nueve horas los puntos del proyecto que incluyen doce ingresos anuales a la planta, el estudio de las aguas y las emisiones de gases.
El acuerdo "es esencialmente positivo" subrayó el canciller uruguayo Luis Almagro, quien destacó que se resolvieron además temas científicos que estaban pendientes. También explicó que tras el acuerdo, ambos países se aprestan a "elaborar el proyecto concreto para el monitoreo de la planta y la desembocadura del río Gualeguaychú (afluente del limítrofe río Uruguay sobre el que se erige la usina)"...
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