La cantante Paulina Rubio tuvo que cambiar los planes que había hecho de dar a luz a su bebé en una tina de agua. Al final, tuvo que salir en carrera para el hospital Mount Sinaí, cercano a su casa, para someterse a una cesárea. “Tengo en mis brazos el brazos el regalo más preciado que me ha dado la vida”, comentó por Twitter la “Chica Dorada”, desde la pieza del hospital donde tendrá que permanecer por una semana al lado de su hijo, un saludable bebé que pesó casi ocho libras al nacer. Mientras tanto, afuera del hospital, los paparazzi merodean con sus cámaras, para llevarle a los seguidores de la cantante las fotografías del pequeño Nicolás, heredero del nombre de su papá, Nicolás Vallejo-Nájera. “Hasta ahora solamente hemos podido sacar fotos de la abuelita del niño, Susana Dos Amantes, entrando y saliendo del hospital”, expresó para el Candelero el paparazzo Raúl Bosque. Agregó que tiene tres fotógrafos al frente de la puerta de entrada, uno en la parte de atrás y dos más cerca de la casa de la cantante. “Alguien me dijo que le habían ofrecido la exclusiva a la revista ¡Hola! Pero eso no significa nada. Estamos trabajando duro por conseguir las primeras fotos del bebé”, afirmó Bosque.
Fuente: Diariolasamericas