Lunes 29 de abril 2024 | Contáctenos
Por una vez, el crack portugués dejó la vehemencia y fue medido en sus declaraciones. Aseguró que el clásico del lunes contra el Barça será "un partido más" y que lo afrontarán "como si jugáramos contra el Getafe o el Valencia". Desestimó que el choque defina quién será el campeón de la Liga española y envió una señal de humildad a sus compañeros: "Soy un jugador más en el equipo".
Hay cierto consenso en la prensa española acerca de que Lionel Messi le saca una luz de ventaja y es el jugador más decisivo del mundo. Pero Ronaldo no quiso ni asomar a la discusión. "Es normal que la prensa busque enfrentamiento para vender. Pero no veo este partido como un duelo entre Messi y yo, eso es una tontería. Claro que es un jugador que hace goles, muy peligroso, pero debemos estar concentrados con todos".
Messi será la mayor amenaza al arco de Iker Casillas. A ningún jugador del Barcelola le fue tan bien como a él contra el Real Madrid: le marcó siete goles en ocho partidos, con hat-trick y doblete incluidos. Ronaldo, en cambio, nunca pudo convertir contra el equipo azulgrana. Ni como jugador de los merengues, ni en su momento estelar en el Manchester United.
"No vivo obsesionado con los goles. No tengo obsesión por marcarle al Barça", aseguró el portugués. Prometió que la presión del Camp Nou no alterará su lujoso y displicente estilo de juego. "A quien le gusta el fútbol espectáculo le gusta lo que hago. Y al que no le guste que no mire o apague la televisión".
El derby tendrá un condimento adicional. En el banco del Madrid estará José Mourinho, el DT que eliminó al Barça de la Champions League en la temporada pasada, cuando dirigía al Inter de Italia. "Si el público va todo en contra del técnico puede ser normal, porque lo que les ha hecho siempre se recordará. Pero a Mourinho le da igual", se anticipó Ronaldo.
Si lo de Messi contra el Madrid fue siempre superlativo, contra Mourinho nunca brilló. Al portugués no le preocupan las críticas contra su juego "antiestético" y parece haber encontrado la fórmula defensiva para anular a la Pulga: jamás le convirtió un gol a un equipo suyo.
Fiel a su estilo, Mourinho deslizó algunas declaraciones para el deleite de los merengues y la ira de los aficionados catalanes. "Si cuando iba a Barcelona con el Chelsea o con el Inter ya era divertido, ahora con el Real Madrid lo será aún más". Cerró con una picante ironía: "El Barcelona ya ganó todo, pero nunca ganó una final de Champions en el Bernabéu y quizá sólo de aquí a 30 o 40 años tendrá la oportunidad de hacerlo". La pelota aún no rueda, pero el clásico ya comenzó.
Fuente: infobae
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