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Lunes 29 de noviembre 2010

El Salario Mínimo vuelve mas pobres a los pobres

El salario mínimo solo beneficia a la poquísima gente que tiene trabajos formales y que tienen una productividad para el empresario, que le permite compensar esa subida en su sueldo. Sin embargo, la gente subempleada, desempleada asi como los trabajadores sin estudios, ni habilidades ni capacidades así como los discapacitados o aquellos que trabajan en las MYPES y las PYMES no se benefician de que el Estado les imponga sueldo a la fuerza. Ahora, ustedes dirán: "Pero las grandes empresas y trasnacionales pueden pagar". Cierto, pueden pagar, pero esas grandes empresas representan menos del 5% de empresas en Perú....

Tenemos 40% de pobres y los perjudicamos mas , dándoles cada vez mas barreras de entrada a la economía formal y digna. Dejo este importante tema para el debate...
Lunes 29 de noviembre 2010
El Salario Mínimo vuelve mas pobres a los pobres

Como discutiamos anteriormente , imponer a la fuerza un "salario mínimo" en un pais como Perú no hace mas que perjudicar a las personas que viven en la economía informal:

"En el Perú, el sector informal de la economía absorbe cerca del 55% de la población económicamente activa urbana y explica alrededor del 35% del PBI, de ahí la importancia de abordar su estudio. Sin embargo, aun cuando este sector ha contribuido a frenar el crecimiento del desempleo, lo ha hecho sobre la base de puestos de trabajo precarios. Esta deficiente calidad del empleo ha sido alimentada desde siempre por la baja productividad de la fuerza laboral, determinada a su vez por la escasa capacitación de los trabajadores. " ("Economía Informal y Capital Humano en Perú" , Arbaiza Fermini, Lydia.- Lima: Universidad ESAN, 2008.- 188 p. )

El salario mínimo solo beneficia a la poquísima gente que tiene trabajos formales y que tienen una productividad para el empresario, que le permite compensar esa subida en su sueldo. Sin embargo, la gente subempleada, desempleada asi como los trabajadores sin estudios, ni habilidades ni capacidades así como los discapacitados o aquellos que trabajan en las MYPES y las PYMES no se benefician de que el Estado les imponga sueldo a la fuerza. Ahora, ustedes dirán: "Pero las grandes empresas y trasnacionales pueden pagar". Cierto, pueden pagar, pero esas grandes empresas representan menos del 5% de empresas en Perú....

Tenemos 40% de pobres y los perjudicamos mas , dándoles cada vez mas barreras de entrada a la economía formal y digna. Dejo este importante tema para el debate...

Si queremos elevar de forma REAL y no FICTICIA los salarios, incrementemos la productividad de los trabajadores, a través de la educación y la inversión en capacidades.

Una última reflexión: A todos nos gustaría ganar 3000 soles mensuales y trabajar solo 4 horas, lamentablemente la realidad es otra, y a decretasos y leyes no vamos a cambiar esa realidad" 

Atentamente

Frank Keskleich Torres

Manual básico del empleo y desempleo

Por Walter Block Traducido por Jorge Valín Fragmento de: http://www.liberalismo.org/articulo/246/114/manual/basico/desempleo/ ¿Y que pasa si la gente quiere trabajar, pero no encuentra trabajo? En la mayoría de los casos, los programas del Estado son la causa del desempleo:Salario Mínimo. Las leyes del salario mínimo mantienen que los sueldos han de ser fijados al nivel que determine el Estado. Para explicar por qué es dañino, podemos usar una analogía tomada de la biología: hay ciertos animales que son débiles comparados con los otros. Por ejemplo, el puerco espín está indefenso sino fuese por sus púas, el ciervo o gamo serían presa fácil sino fuese por su rapidez.

En economía hay gente que también es relativamente débil. Los minusválidos, los jóvenes, minorías, personas sin estudios —todos ellos son actores económicamente débiles. Pero tal debilidad, a igual que en el reino animal, es contrarrestada con una habilidad especial: la de trabajar por salarios bajos. Cuando el Estado prohíbe esta habilidad forzando al alza los salarios, es como si al puerco espín se le esquilasen sus púas. El resultado de tal proceso es el desempleo que crea soledad, aislamiento, y dependencia.

Imagínese un joven, sin estudios, alguien sin especialización alguna, cuya productividad es de 2,50 dólares la hora según precio de mercado. ¿Qué ocurre si los legisladores aprueban una ley que dice que se le han de pagar 5 dólares a la hora? El empresario que lo contrate perderá 2,50 dólares la hora.

Imagínese a un hombre y a una mujer con una productividad de 10 dólares la hora, y suponga, que por temas de discriminación o cualquier otra causa, al hombre se le pagan 10 dólares y a la mujer se le pagan 8. Esto es como si la mujer tuviese una pequeña señal en la frente que dijera: “contráteme y ahorrase 2 dólares la hora”.

Esto la convierte en una empleada deseable incluso para el jefe más sexista. Pero cuando una ley que pretende igual los sueldos estipula que la mujer debe cobrar lo mismo que el hombre, entonces el empresario puede satisfacer su tendencia discriminadora y no contratarla.

Discriminación en el Valor Cualitativo. ¿Qué pasa si al Estado se le ocurre la genial idea de que las enfermeras y camioneros cobren lo mismo porque su labor es “intrínsicamente” de igual valor? Se decreta que los salarios de las enfermeras se suban al mismo nivel, en consecuencia se creará desempleo para la mujer.

Condiciones de Trabajo. Las leyes que fuerzan a mantener ciertos tipos de condiciones de trabajo también crean desempleo. Por ejemplo, los recolectores inmigrantes de fruta y vegetales deben tener agua corriente, fría y caliente, en sus modernos inodoros provisionales. Esto es económicamente equivalente a las leyes que regulan los salarios porque, desde el punto de vista del empresario, las condiciones laborables son cosas idénticas desde el punto de vista monetario. Y si el Estado fuerza al empresario a pagar más, éste tendrá que contratar a menos personas.

Sindicatos. Cuando el Estado fuerza a las empresas a contratar sólo trabajadores afiliados a sindicatos, se discrimina a los trabajadores no afiliados causando una grave desventaja o permanente desempleo. Los sindicatos existen principalmente para impedir la competencia. Son un cartel proteccionista del Estado como cualquier otro.

Protección del Empleo. Las leyes de desempleo, cuya imposición consiste en que nadie sea despedido sin el debido trámite, supuestamente protegen a los trabajadores. Sin embargo, si el Estado dice que el empresario debe mantener en plantilla a sus trabajadores hagan lo que hagan, el empresario intentará en un primer momento no contratarlos. Esta ley, que parece beneficiar al trabajador, en realidad crea desempleo. Y por lo tanto, este tipo de impuestos sobre el trabajo, que no son más que un coste para las empresas, desalientan la contratación de más trabajadores.

Impuestos sobre el Salario. Los impuestos sobre el salario, como la Seguridad Social, imponen fuertes costes monetarios y administrativos a las empresas aumentando drásticamente el coste marginal[1] para la creación de nuevos empleos.

Subsidio de Desempleo. El subsidio de desempleo del Estado causa desempleo subvencionando la ociosidad. Cuando un determinado comportamiento es subvencionado —en este caso no trabajar— entonces incrementamos este comportamiento, la ociosidad.

Las Licencias. Las regulaciones y las licencias causan desempleo. La mayoría de la gente sabe que los doctores y abogados han de tener licencias. Pero pocos saben que un criador de hurones, halcones, y un cultivador de fresones también las necesitan. De hecho, el Estado controla más de 1.000 tipos de profesiones en los Estados Unidos. Recientemente en Florida, a una mujer que cocinaba alimentos para indigentes, se le clausuró el local por no tener la licencia de restaurante; consecuentemente, muchos indigentes ya no comen gracias a tal medida.

Cuando el Estado aprueba una ley diciendo que ciertos trabajos no se pueden emprender sin licencia, se levanta una barrera legal de entrada. ¿Por qué ha de ser ilegal para alguien intentar montar una peluquería por si mismo? El mercado ya proveerá de la información necesaria al consumidor.

Cuando el Estado confiere alguna categoría legal sobre una profesión y aprueba una ley en contra de la competencia se crea desempleo. Por ejemplo, ¿quién influye sobre las leyes dificultando la creación legal de peluquerías? El gremio de peluqueros no intenta proteger al cliente de los malos cortes de pelo, sino a ellos mismos de la competencia.

Venta Ambulante. Las leyes en contra de los vendedores ambulantes impiden que la gente obtenga aquellos alimentos que quieren consumir. En la ciudad de Nueva York y Washington, los mayores alborotadores en contra de la venta ambulante son los propios restaurantes y almacenes.

Trabajo Infantil. Hay muchos trabajos que requieren poco aprendizaje —como el de los cortadores de césped— que son perfectos para la gente joven que quiere ganar dinero. Además de los beneficios, trabajando también se enseña a los jóvenes que un trabajo es manejar dinero, ahorrar y tal vez invertir. Pero en la mayoría de lugares, el Estado discrimina a los menores y les impide participar del sistema de libre empresa. Un muchacho joven, incluso, ya no puede montar un puesto de venta de limonadas.

El Banco Central (Federal Reserve). El Banco Central crea ciclos económicos y éstos llevan al desempleo. La inflación no sólo hace subir los precios, también estanca el trabajo. Durante los booms económicos, las empresas contratan nuevos trabajadores, muchos de ellos son traídos desde otras ramas laborales motivados por los altos sueldos. La subvención del Banco Central a estas industrias sólo dura hasta la explosión del boom económico. Entonces, los trabajadores son despedidos y los empleos destruidos.

El Libre Mercado. El libre mercado, por supuesto, no significa que todo sea utópico. Vivimos en un mundo de variada inteligencia y capacidades, donde las preferencias del mercado son cambiantes, y la información imperfecta. Ello conduce al desempleo temporal. Mises lo llamó “cataláctica”. Y algunos optan por el desempleo para después obtener un trabajo con mayor remuneración.

Sin embargo, como sociedad, podemos asegurar que cada uno de nosotros que quiera trabajar tiene la ocasión de hacerlo anulando las leyes del sueldo mínimo, discriminación del valor cualitativo, las leyes sobre las condiciones laborales, la afiliación obligatoria a sindicatos, la protección laboral, los impuestos sobre el trabajo y sobre el salario, los subsidios de desempleo, las regulaciones, licencias, leyes anti–venta ambulante, leyes contra el trabajo infantil y contra la creación del dinero del Estado. El camino hacia la creación de empleo, en realidad, sólo es posible a través del libre mercado. Walter Block es Doctor en economía por la Columibia University. Actualmente es profesor y ocupa la cátedra de economía en la Loyola University. Es autor, editor, y co–editor de varios libros como: “Defending the Undefendable”, “Lexicon of Economic Thought”, “Economic Freedom of the World 1975-1995”; “Rent Control: Myths and Realities”; entre otros.

El Dr. Block ha escrito más de 500 artículos para boletines especializados, revistas y periódicos, como: “The Review of Austrian Economics”, el “Journal of Libertarian Studies”, “The Journal of Labor Economics”, “Cultural Dynamics, and the Quarterly Journal of Austrian Economics”. Escribe regularmente en LewRockwell.com y en el Mises Institute. Otros artículos sobre este tema:Estudios en PERÚ sobre la RMV: http://catarsisyharakiri.blogspot.com/2010/11/la-remuneracion-minima-vital-nos.htm

Lógica económica del salario mínimo: http://www.liberalismo.org/articulo/209/114/salario/minimo/pobreza/

http://www.liberalismo.org/articulo/246/114/manual/basico/desempleo/http://www.liberalismo.org/articulo/161/59/leyes/salario/minimo/

TAGS: Economía
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