"No puede haber un mínimo de privilegio para la religión católica. La Iglesia, en el movimiento de sus fondos, tendrá que pagar impuestos; nunca los pagó, y ése es uno de sus privilegios", aseguró Félix Cárdenas al diario boliviano La Razón. El funcionario de Morales justificó la decisión amparándose en la Constitución Política de Bolivia, que "reconoce la independencia del Estado de la religión".
De concretarse las expropiaciones, el Estado boliviano se transformará en propietario de 1.460 establecimientos educativos y 1.600 parroquias, santuarios o conventos que administra la Iglesia. Además, la Universidad Católica Boliviana, con sede en cuatro ciudades o los colegios Don Bosco y San Ignacio, donde se educa la elite local, deberán pagar impuestos.
"¿Los templos son de propiedad de la Iglesia Católica o del Estado? Los centros educativos que tiene la Iglesia Católica ¿son de ellos o del Estado boliviano? Asumimos que es de propiedad del Estado boliviano, si [la Iglesia] no se considera una empresa privada con fines de lucro", desafió Cárdenas.
Todas las instituciones que administra la Conferencia Episcopal Boliviana gozan de una exención del pago de impuestos a la propiedad. El diario boliviano explica que este beneficio está respaldado por los concordatos suscritos entre el Vaticano y Bolivia el 3 de agosto de 1993, que fueron ratificados en 1995 por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Para el viceministro, "no puede haber un mínimo de privilegio para la religión católica, eso conlleva un proceso de revisión de todos los convenios".
Una relación conflictiva
Mientras la actual Constitución boliviana reconoce la independencia estatal de la religión, la anterior -de 1967- establecía en su artículo 3, que "el Estado reconoce y sostiene la religión católica, apostólica y romana". La modificación no fue bien recibida por la Iglesia. En marzo de 2008, uno meses después de la aprobación de la nueva carta magna, a Iglesia Católica publicó 69 observaciones al texto constitucional, y en mayo de ese mismo año, el cardenal Julio Terrazas votó a favor del referéndum por el estatuto autonómico de Santa Cruz.
Otro de los conocidos choques entre el Gobierno de Morales y la Curia se registró en 2006, cuando el entonces ministro de Educación, Félix Patzi, propuso quitar la religión de los planes escolares. Finalmente, se declaró a la educación laica y pluralista.
Las relaciones personales entre el líder cocalero y el Papa Benedicto XVI tampoco pasan por su mejor momento. Este año, el boliviano visitó la Santa Sede y se permitió plantearle al Pontífice la necesidad de acabar con el celibato en la Iglesia. Además, cuestionó el mecanismo de elección del Papa. Afirmó que la designación del Sumo Pontífice es "a puertas cerradas... No creo que nos induzcan a practicar esa clase de democracia, la democracia es transparente y no a puertas cerradas", reflexionó.
Fuente: infobae