Columna: Agenda Política Título: PPK y Toledo Por: César Campos R. Como fueron los de Alejandro Toledo y Mercedes Araoz, el lanzamiento de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia de la República despierta nuestro aplauso en cuanto a sus características, parafernalia y espíritu ganador. Éste último – cada día me convenzo más, sobre todo luego de ver a Susana Villarán saltando de 6 a 30 por ciento de intención de voto – hace exitosa la mitad de una campaña. Ratifica la validez de ese enunciado que la cineasta nazi Leni Riefenstahl llevó al celuloide bajo el título de “El triunfo de la voluntad”, aunque fuera para una causa tan perversa como la de Adolfo Hitler. Pero ahí está PPK materializando su voluntad de ser candidato y con partidos de dimensión nacional y regional. Un sancochado auténtico que no debe tomarse por peyorativo como tampoco se toman las hojas por el rábano. La mescolanza es tan rara que la hace una perfecta expresión de ese nuevo Perú al cual – con gracia y perspicacia – el novelista Santiago Roncagliolo dijo que era posible regresar después de 20 años y ver a Alan García en la derecha y a Jaime Bayly en la izquierda. ¿Qué debe sorprendernos hoy en día? PPK señaló ayer que es un “frente que tiene raíces profundas en el Perú”. Así lo percibimos. Ahora hace falta que el mismo PPK eche esas raíces con su nombre y persona. Aspiramos siquiera a escuchar a un seguidor andino aclamarlo como “pipiká” pues – nos explica una quechuóloga – el vocablo “ccuchi” (prefijo fonético de su apellido) significa “cerdo” y “qquisqui” (el sufijo) se traduce como “estreñido”, lo cual a todas luces resultaría inconveniente usarlo bajo la pretensión de arrimar su honorable nominativo paterno a la lengua de nuestros antepasados. De todas maneras, esta candidatura tiene – como la de Araoz – un terreno electoral factible de acumularse, a despecho de la solidez que hasta el momento muestran las de los favoritos Luis Castañeda, Keiko Fujimori y Toledo. El tema es quién le quita a quién. Como ya dijimos, lo de Villarán erradica las ganas de hacer pronósticos o análisis inductivos de espacios compartidos. Si éstos no existen la olla es de todos. Por eso impresiona más bien la mala leche con la que voceros de Perú Posible y sus flamantes aliados la han emprendido contra el gringo flautista. Como se sabe, Gilberto Díaz Peralta – ex secretario general de PP – acusó hace algunas semanas a PPK de haber hecho “lobbys” en el gobierno de Toledo (en concreto, sobre el gas) y hace dos días un desmedido Víctor Andrés García Belaunde lo atacó por el tema de su edad (nos recordó el penoso papel de Alfonso Benavides Correa en la Cámara de Diputados espetándole lo mismo al canciller y senador Raúl Porras Barrenechea, en 1960). ¿Teme el toledismo que PPK le quite votos? ¿Perturba a logia chakana enfrentarse a su ex ministro y al mapa del PPC? ¿Lo saben testigo de algunas miserias de Toledo y lo quieren destruir antes que cante? Muchos misterios que esperamos ver develados las próximas semanas.