Encuentro de Cocina Tradicional en la Meseta

Inició el séptimo encuentro de Cocina Tradicional de Michoacán, al mismo tiempo se realizó una muestra gastronómica de platillos de región de la Meseta purépecha; en la plaza popularmente conocida como La Ranita en Uruapan, cocineras provenientes de distintas comunidades prepararon los manjares que forman parte de la alimentación de los purépechas y con esto demostraron porque la cocina mexicana es considerada patrimonio cultural de la humanidad.

En un sólo lugar se podían encontrar y degustar la atápakua con corundas, distintas variedades de churipo, charales en pipián, mole tatemado en arroz, mole de conejo, nacatamales de hongo y queso, borrego tatemado, birria de borrego, atole, pan tradicional horneado con leña, entre otros platillos.

Celia Mincita Pulido, cocinera tradicional de San Juan Nuevo Parangaricutiro, mencionó que la denominación que adquirió la gastronomía mexicana como patrimonio cultural de la humanidad ante la UNESCO, permitirá valorar a la comida que realmente es característica del país. En este sentido, explicó que en comparación con los tacos, los platillos purépechas se sirven en de una manera especial, es decir en platos de barro además que los guisados son hechos en base al maíz. “Estaría muy contenta si se comieran en todas partes el churipo y la xandúkata (caldo de res sazonado con cilantro y yerbabuena) en vez de las enchiladas, la cecina o los tacos”.

Esta cocinera indígena considera que la UNESCO debe de difundir “que la cocina michoacana es sabrosa, valiosa, nutritiva y fácil de hacer”. Celia pone como ejemplo de la riqueza gastronómica de su población al churipo, que es un caldo a base de verduras, repollo, chayote y res, que en San Juan Nuevo se sirve para celebrar las bodas o el inicio de la siembra en el campo.

Por otra parte, Cecilia Bernabé Constancio de la población de San Lorenzo asegura que este tipo de encuentros entre cocineras tradicionales permite difundir la riqueza de sus platillos “Queremos que nuestros nietos sigan con esta tradición porque la comida forma parte de nuestra cultura además que es una alimentación nutritiva”.

Mientras prepara la masa de maíz criollo de la que saldrán las quesadillas de flor de calabaza, Cecilia comenta que desde niña se les enseña en su comunidad a utilizar en la comida los vegetales que se dan de manera silvestre, como los quelites, y evitar la alimentación que es nociva para la salud. “Muchos piensan que el maíz engorda pero eso no es cierto, lo que engorda es la harina”, afirma.

El cuatro de diciembre continuaran las muestras gastronómicas pero en esta ocasión la sede será la explanada del ex Colegio Jesuita en Pátzcuaro, donde se expenderán platillos de la región lacustre.

quadratin