El gobierno israelí celebra la decisión de La Casa Blanca de no supeditar más un acuerdo de paz a un congelamiento de los asentamientos, tal como exigía el Cuarteto para Oriente Medio. La Unión Europea lamenta la postura israelí a una semana de que retome en Washington el diálogo de paz directo entre israelíes y palestinos.
Israel no cedió ante la presión estadounidense y se salió con la suya. Este es el sentimiento compartido por la coalición de derecha dirigida por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y los colonos, luego de que La Casa Blanca resolviera el martes suspender la demanda de que se congele la construcción de asentamientos en Cisjordania antes de retomar el diálogo de paz directo sobre Oriente Medio. La marcha atrás de Washington supone un giro estratégico decisivo a una semana de convertirse en el escenario de la reanudación de las negociaciones. "Tratamos de lograr una moratoria (de la colonización) para crear las condiciones para un retorno significativo y continuo a las negociaciones", recordó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley. Sin embargo, "después de un esfuerzo considerable, llegamos a la conclusión de que esto no crea una base sólida para lograr el objetivo común de un acuerdo marco", justificó. El funcionario aseguró que, de todas formas, Estados Unidos seguirá buscando un acuerdo sobre el "estatuto permanente" o "un acuerdo de paz definitivo"...
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