A pesar de que la Comisión de Justicia, en una medida polémica había habilitado a Gustavo Rodas para el partido decisivo frente a la San Martín (aunque había sido expulsado en el primer encuentro), Franco Navarro decidió no alienar al argentino, según dijo, por una cuestión de dignidad.
“Jamás voy a priorizar una medalla por una campaña. Quizás Dios no quiera que salga campeón nunca pero mi trabajo lo haré con integridad”, dijo el técnico tras el partido, visiblemente emocionado.
“Damos prioridad a los valores y a la dignidad. Este es un equipo digno. Se me caen las lágrimas por dentro y estoy orgulloso. Este es un grupo especial que le ha dado alegría a una región con más de 400 años de existencia porque por primera vez jugamos una final ante el mejor y por eso nos tocó perder. Me siento alegre, feliz y orgulloso de estar aquí”, añadió.
“Todos estábamos de acuerdo, incluso Rodas, porque no nos gusta sacar ventaja de algo que sabemos que está mal. En el fútbol hay hipocresía, pero nosotros dejamos de lado al mejor del campeonato porque este equipo tiene dignidad. Me duele haber estado al medio de esto y para que no queden dudas lo hicimos. Ahora me tocó perder, pero nos vamos con la frente alta”, fue su sentencia.