Autor: Asalia Venegas
El Santo Oficio se quedó corto. Los delirios de la oposición vernácula no tienen parangón, por lo menos en nuestra historia contemporánea. Al tener un soporte mediático que funciona a su libre albedrío, sin censura de ningún tipo, difunden minuto a minuto tal cantidad de falsedades e imputaciones contra el gobierno bolivariano que juran y perjuran que las verdades campean en el horizonte.
Con el tema de la dictadura ocurre lo mismo. Tienen diez años diciendo que en Venezuela está montado un régimen oprobioso y dictatorial. Han ido a los foros internacionales denunciando al país. Nadie les cree porque median 15 elecciones. Tanto Diego Arria como Guillermo Zuloaga sueñan, y lo peor es que lo gritan a los cuatro vientos, sobre todo en Estados Unidos, que verán al presidente Chávez en una corte internacional. En este momento dicen: “Ahora sí llegó, estamos en dictadura”.
Las reformas recién discutidas en la Asamblea Nacional a la Ley de Responsabilidad Social y a la de Telecomunicaciones han generado otras falacias. “Internet, Internet. Ahora es la web, las redes sociales, el Twitter, Facebook, nos perseguirán, nos callarán, oh! ¿Qué haremos? ¡No les va a quedar otra que llamar al Chapulín Colorado! Y de nuevo hay que recordar que estas innovaciones tecnológicas todavía son de uso limitado.
Olvidan, porque son unos necios, que el gobierno bolivariano ha impulsado con la creación de los Infocentros la mayor conexión tecnológica hasta ahora conocida en el país. Hizo esfuerzos supremos para colocar en el espacio nuestro propio Satélite, el Simón Bolívar, cuyo uso sirve a la educación, la ciencia, la salud y al conocimiento. La Unesco acaba de reconocer este esfuerzo y ha premiado a la Fundación Infocentro con el proyecto “Alfabetización tecnológica de adultos y adultas”.
Sí, los 700 infocentros y más de un millón de sus usuarios, así como el proyecto Canaima, Internet en la escuela, hablan de que este no es un gobierno que esté de espaldas a la masificación en el uso de Internet. Los gobiernos de Europa y Estados Unidos, tiempos ha, regulan las comunicaciones. Los espectros son vigilados y controlados. Tanto los sitios web y sus enlaces, al pensar los gobiernos en ciberamenazas, así como el Twitter y su uso por los reporteros, están siendo vistos con atención. Santo oficio, santo oficio, ¿dónde estás?
Nota personal:
Hace unas semanas en el programa de Magaly Medina, un homosexual se bajó el calzón enseñando sus asquerosos glúteos. ¿Esto es libertad de expresión, cultura, educación? Actualmente ha aumentado la frecuencia de programas con contenidos pornográficos, de desnudos y de relaciones sexuales en horarios infantiles, sin ningún respeto a la vida humana. Clausurar esos bodrios no es atentar contra la libertad de expresión sino combatir el libertinaje y el meretricio informativo. Las medidas adoptados por Chávez tiene como objetivo fomentar la cultura y cortar por lo sano toda degradación social vía internet, por eso aplaudimos la decisión del gobierno bolivariano y esperamos que nuestros hermanos peruanos sigan este ejemplo por el bien de sus hijos.