Un grupo de presos de la cárcel de Puente Alto se rebelaron por no obtener beneficios penitenciarios como rebajas de penas o libertad condicional. Este suceso vuelve a poner en entredicho las condiciones de seguridad y salud del sistema penitenciario de Chile, donde se suceden los disturbios carcelarios en el último mes.
Un nuevo motín de reos se registró ayer en el recinto carcelario de Puente Alto, al suroeste de la región Metropolitana de Chile, dejando un saldo de 24 internos heridos, cuatro de ellos de gravedad, al igual que un gendarme.
El conflicto se inició en la torre 2 del penal de Puente Alto, cuando los reos "atacaron a gendarmes y quemaron sus propios enceres y vestimentas", declaró el mayor José Maldonado, presidente de la Asociación de Oficiales Penitenciarios (Anop), según el diario El Mercurio. Fuentes oficiales indicaron que los disturbios se iniciaron en uno de los pabellones y luego se extendieron a otro, donde los reos comenzaron a quemar sus enseres personales. Al parecer los gendarmes lograron controlar la situación y llevaron a "700 reclusos hasta el gimnasio y el patio del penal", para evitar males mayores...
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