ONG de DDHH: La Nueva Santa Inquisición

Recuerdo que hace algunos años cuando estudiaba mi secundaria en el colegio Pedro Ruiz Gallo de Chorrillos de Lima me llevaron en un viaje de estudios al Museo de la Santa Inquisición ( para los que quieran visitarlo, este se encuentra ubicado en el centro histórico de la capital, a un lado de la Plaza Bolívar).

Para comenzar. ¿Qué es la Santa Inquisición?La inquisición fue un organismo del gobierno español que perseguía delitos como herejía, adivinación, hechicería, demonolatría, astrología, delitos sexuales incluyendo la prohibición de libros que estuvieran en contra de la ideología de aquella epoca. Llegó también a instalarse en sus respectivos virreinatos de Sudamérica, incluido el Perú.

¿Cómo perseguian los delitos?Era muy simple, bastaba que llegara "un rumor" a las autoridades sobre algún "abominable crimen". Rapidamente los inquisidores empezaban la investigación, llamaban a testificar y en el caso que las respuestas no les satisfacieran utilizaban la fuerza. Apresaban a los ciudadanos y les sugerian que se "autoinculpen" y confiesen su pecado a cambio de penas benignas. En el caso de que se negaran (porque realmente eran inocentes) se les amenazaba con la tortura hasta que confiesen, y si continuaban alegando su inocencia se les aplicaba la máxima pena , ser quemados vivos en la plaza principal del pueblo.

Parece que este tipo de "justicia imparcial y neutral" fue muy eficiente en su tiempo. Tanto asi que se calcula que el Tribunal de la Santa Inquisición llegó a procesar a por lo menos tres mil ciudadanos de Perú y Bolivia. Entre los años 1570 y 1761 se condenó a la "hoguera" (o sea fueron quemados vivos) a 40 personas. El fin del tribunal supuestamente era "combatir las herejías y perseguir el protestantismo, el judaísmo, las blasfemias y las desviaciones sexuales". La realidad es que fue una hábil estrategia del Reino de España y sobre todo de la Iglesia de controlar a los opositores. Nada mas fácil que hacer acusar, amenazar, torturar y sentenciar a los "indeseables". Afortunadamente la población indigena estaba fuera de la Jurisdicción de la Santa Inquisición por orden real. Si no, la masacre de seguro hubiera sido mucho mayor. Los indios tuvieron la suerte de "no tener alma" según la Iglesia de esa época, por lo tanto no importaba mucho su fé...

Regresando al tema, ahora explicaré el porque el título del artículo. Muchos años después, viví en carne propia lo amargo de la "justicia" en Perú. Y nada menos que con alguien muy cercano, mi propio padre. Esto comenzó hace 5 años, resulta que un día llega a manos de mis padre una notificación judicial por la cual se le informaba que estaba siendo acusado por "homicidio calificado" en el caso "Pucará" (Para mas información sobre este supuesto caso de "violación de DDHH" recomiendo leer este artículo del periodista Victor Robles: http://victorrobles.wordpress.com/caso-pucara/ , me parece el mas objetivo y real al respecto). Mi padre en ese tiempo era Teniente Coronel del Ejército Peruano y el fue uno de los heroes de la pacificación nacional que dedicó practicamente toda su vida a combatir a las huestes terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA junto con muchos otros bravos hombres.

¿Cuáles eran las pruebas para incriminar a mi padre?Pues, una recopilación de algunas hojas del tristemente célebre informe de la CVR (el cual no es vinculante ni prueba de nada) y el "testimonio" de un "colaborador ¿eficaz?". Es asi que mi padre junto con otros 39 oficiales, técnicos y subalternos del ejército fueron acusados de "homicidio calificado" sin ni una sola prueba y con un testigo.

Sin embargo esto no es lo mas increible. Después de la acusación se solicitó a los acusados que por un acto de buena voluntad "testifiquen" ante el juez en Huancayo. A algunos les llegó la notificación judicial, a mi padre jamás le llegó. Entonces muchos creyendo ingenuamente en la justicia peruana llegaron a la lejana ciudad serrana y brindaron su declaración. Semanas después, el iluminado juez de Huancayo dijo que los oficiales "mentian" ( ¿Cómo sabe quienes mienten y quienes no?) y emitió una ORDEN DE CAPTURA por HOMICIDIO CALIFICADO contra los oficiales como si fueran viles delincuentes, esto sin tomar en cuenta que un oficial promedio EP tiene trabajo conocido, familia, domicilio legal, ingreso fijo y trabaja para el Estado. En pocas palabras es CASI IMPOSIBLE que se fuguen del país, pero al juez esto no le interesó.

Mi padre angustiado tuvo que solicitar al ejército que lo cambien de colocación a otra ciudad, para de alguna manera hacer mas dificil a la policía que lo meta a la cárcel sin pruebas. Dos veces tocaron la puerta de mi casa (en la villa militar de Chorrillos en Lima) y pidieron dinero, justo eran fiestas navideñas recuerdo, claro que mi enfadada e indignada madre los expulsó de mi hogar. Durante ese tiempo el caso pasó a un juzgado en Lima, hubo por cierto cerca de cuatro cambios de jueces. Por suerte , uno de estos fue lo suficientemente inteligente para darse cuenta que nunca se iba a esclarecer el caso si ordenaba detener a todos los implicados, asi que varió la orden de captura por comparecencia.

Mi familia ya estaba instalada en Chiclayo, y mi padre debía viajar dos veces al mes a las audiencias judiciales a Lima (esto pagado de su sueldo, claro). Luego de cinco años de frustraciones y penurias económicas, psicológicas, sociales y afectivas se determinó que los 40 oficiales implicados, 38 eran inocentes. Una casería de brujas total.

¿Quién paga todo el daño ocasionado a mi familia? ¿Quién paga todo el dinero gastado en abogados, viajes, comida y otros que ascienden a miles de soles? ¿Quién le restituye a mi padre los dos años que no pudo ascender al grado que le correspondía por estar implicado en un juicio de DDHH? ¿Quién repara la frustración profesional y profesional de mi padre de no poder ascender a general? Pues la respuesta es única: NADIE.

Y todo porque, por pseudo acusaciones y falacias de un solo testigo que por cierto, denunció que algunas ONGs ofrecieron pagarle por "denunciar" a sus compañeros y que estas nunca cumplieron con el pago. Estás organizaciones con fines de lucro llamadas ONGs de DDHH como el Instituto de Defensa Legal (IDL) y la Asociación por los DDHH (APRODEH) han encontrado en acusar y sentenciar sin pruebas un negocio millonario. No solo tienen donaciones de incautos europeos y norteamericanos, sino también reciben un buen porcentaje de las "Indemnizaciones" brindadas por el Estado a los deudos. Eso aparte de ser una efectiva arma legal y política de muchos terroristas y delincuentes contra las FFAA y Policia que les menozcaba la moral y menosprecia su labor.

No dudo que realmente existe una cierta cantidad de casos de efectivos excesos en la cual agentes del Estado, abusaron de su poder y realmente merecieron ser sancionados por la Justicia. Sin embargo aqui no se denuncia esto, se denuncia la cruel estrategma de acusar y sentenciar SIN PRUEBAS de manera meramente ideologizada y política.

Se supone que en la Justicia es ciega, se supone que debe existir la presunción de inocencia, esto quiere decir: inocente hasta que se pruebe lo contrario, sin embargo en los casos de DDHH el principio es otro, hablo de la "PRESUNCIÓN DE CULPABLIDAD", los acusados son culpables asi se demuestre lo contrario. Lo peor, una prensa oportunista y demágoga le hace el juego a estos enemigos de la Justicia y la Democracia y hace quedar como "asesinos" a todas las FFAA y PNP, o como lo dice el mismo informe de la mal llamada CVR, COMISIÓN DE LA VERDAD Y LA RECOINCILIACIÓN, según la cual los agentes del Estado emplearon una "política sistematizada de violación de DDHH" contra la población civil indefensa. Lo cual es rotunda y totalmente falso.

Este tipo de declaraciones es para hacer un "lavado de cerebro" a la población sobre la verdadera historia del terrorismo en nuestro país. Primero se pretende poner el mismo nivel de salvajismo y violencia a las FFAA y Policia con Sendero Luminoso y el MRTA. Luego se pretende meter tras las rejas a los que actuaron en su legímitimo deber por orden constitucional del Presidente de la República para defender el país. Después se debe "flexibilizar" las penas a terroristas y liberarlos porque son "civiles", "idealistas incomprendidos", "luchadores sociales". Por último se logra el objetivo, recrear la historia de acuerdo a sus intereses y volver a los agresores, víctimas y a las víctimas, asesinos .

Al igual que mi padre existen cerca de 200 oficiales acusados por "violaciones de DDHH", muchos de ellos por cierto en el VRAE en el que mueren asesinados dia a dia por narcotraficantes y terroristas. Claro, que en esas ocasiones las ONGS de DDHH se quedan totalmente mudas e indiferentes.

Esta "moda" progresista no solo se aplica a nuestra realidad sino también en paises que también tuvieron el flagelo del terrorismo tales como Chile, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina, en todo es el mismo proceso... Se reescribe la historia en base a la conveniencia de los enemigos de la Democracia y se destruye gradualmente a las FFAA y Policía ( recomiendo este libro al respecto: http://www.unoamerica.org/unoPAG/libros.php?id=11 ). En algunos casos incluso se llega a la hipocrecía de que los terroristas liberados alcanzan puestos políticos y en algunos hasta los ministerios o la presidencia de la nación...

La doble moral, la doble cara, la hipocrecía, la desfachatez de ciertos sectores antidemocráticos que dicen luchar por la democracia, la nueva "Santa Inquisición" que acusa, denuncia y sentencia sin pruebas solo con odio visceral e irracional. Y peor aún, la resignación y amnesia de un país desagradecido y cruel con los que ofrendaron sus vidas por su patria. Por una nación próspera, pacífica y justa para todos. Los Mártires de la Democracia, los Heroes de la Pacificación Nacional, nuestras gloriosas FFAA y PNP. Concluyo con una frase para la reflexión:

"Cuando el peligro llega y no antes, Dios es aclamado y el Soldado es venerado, cuando el peligro ha pasado, Dios es olvidado y el Soldado despreciado".

Frank Keskleich Torres

DNI 46548697Estudiante Universitario de Comercio y Negocios InternacionalesUniversidad Nacional Pedro Ruiz GalloEscrito en Lima, Perú28/12/2010frank_keskleich@hotmail.com