Hungría, que asumió por primera vez la presidencia europea, el 1ro de enero, ha sembrando inquietud y dudas en el seno de la UE. Una polémica ley de medios de comunicación y un impuesto excepcional de “crisis” para algunas empresas comunitarias le valieron reproches por parte de la comunidad internacional y dos amonestaciones de Bruselas.
Pese a la ola de críticas nacionales e internacionales, Hungría insiste en mantener su polémica ley de medios de comunicación, acusada de poner en peligro la libertad de prensa.
“No hay que modificar una ley húngara sólo porque es objeto de críticas extranjeras”, declaró el martes el secretario de Estado responsable de la comunicación, Zoltan Kovacs, en la radio nacional MR. “Antes de criticar, esperemos a ver cómo funciona esta ley, no tenemos ninguna duda de que estará a la altura de la prueba”, agregó, subrayando que Budapest responderá el miércoles o el jueves a las críticas de Bruselas, puesto que la traducción de la ley al inglés aún no estaba terminada...
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