Un concejal filipino retrató sin saberlo al hombre que le disparaba, lo que permitió el arresto de su asesino y uno de los cómplices. El criminal, que actuó por venganza según la policía, aprovechó el estruendo de los festejos para utilizar su revólver. La familia teme ahora por su vida.
En primer plano, junto al automóvil, posan la suegra, la mujer y la hija de Reynaldo Dagsa, el hombre detrás de la cámara de fotos. No lo sabe, pero este concejal filipino no sólo retrata a su familia en la noche del 31 de diciembre, sino que inmortaliza su propia muerte.
En la foto, al fondo a la izquierda, un joven que sería identificado como Michael Gonzales martilla el percutor del revolver calibre 45 en el mismo instante en que Dagsa dispara su cámara. El otro joven, según se estableció, es su cómplice, Rommel Oliva. Reynaldo Dagsa sucumbió a los numerosos disparos que recibió en el pecho al llegar al hospital. Pero la policía pudo detener dos días después a los autores del crimen, gracias a la pericia de la familia de occiso, que gracias a la foto tomada por Dagsa localizó a los malhechores en los alrededores de Manila...
Foto: Reuters
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