Domingo 19 de mayo 2024 | Contáctenos
La investigación interna de la multinacional automovilística francesa y la que realizan los servicios secretos franceses apuntan en esa misma dirección. Francia se está tomando este episodio como un asunto de Estado, ya que posee el 15% de la compañía y ha invertido miles de millones de euros en el proyecto que, supuestamente, ha sido filtrado.
La pista del caso de espionaje destapado en el grupo Renault conduce a China. Al menos, momentáneamente. Las investigaciones internas llevadas a cabo por la firma automovilística y las que, por su parte, acometen los servicios secretos franceses, apuntan a esa pista oriental.
Al parecer, los tres altos cargos suspendidos el lunes de empleo y sueldo pasaron la información sobre un prototipo de vehículo eléctrico a una serie de intermediarios especializados que, a su vez, se lo pasaron a grupos chinos. Eso es lo que apunta el periódico francés Le Figaro. El ministro de Industria francés, Eric Besson, definió el episodio como una “guerra económica”. Y Francia promete emplearse a fondo en ella. Para el Gobierno de Nicolas Sarkozy no es solamente un caso de espionaje industrial que pueda circunscribirse al mundo empresarial. El Estado francés posee un 15% de Renault, junto al fabricante japonés Nissan, ya han invertido 4.000 millones de euros en el desarrollo del vehículo eléctrico. Besson ha reclamado que se refuercen las obligaciones en materia de secreto industrial para las empresas que se benefician de fondos públicos. Francia va a investigar a fondo...
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