Affleck se encontraba en una heladería junto a su mujer, Jennifer Garner, y su hija de cinco años, Violet Anne. Cuando los tres pretendían sentarse para disfrutar de los helados, los paparazzi se situaron delante del establecimiento para captar instantáneas de la escena familiar.
Sin dudarlo, el ganador de un Oscar se aproximó a los reporteros para hacerles una "peineta", pidiéndoles con muy malas formas que se marcharan. Pero parece que éstos no le hicieron demasiado caso.
Pese al desagradable gesto del también director, no hubo que lamentar nuevas agresiones a los fotógrafos. De hecho, Affleck fue menos violento que su colega Orlando Bloom, quien la semana pasada trató de robar la cámara a un paparazzi que quería inmortalizar el avanzado estado de gestación de su mujer, la modelo Miranda Kerr.
Fuente: yahoo.es