En diciembre del año 2009, The Kennedys, una ambiciosa miniserie de ficción en ocho capítulos, fue anunciada por el canal History como un acontecimiento que transformaría para siempre el canal de cable especializado en emitir documentales. Poco más de un año después, los ejecutivos de la emisora, propiedad de Disney, cumplieron con su palabra, pero de una manera diferente: los directivos conmocionaron a la audiencia norteamericana al anunciar que cancelaban la transmisión, aduciendo que "la interpretación dramática de la historia de los Kennedy no se ajusta a la línea de la cadena".
Todo parece indicar que la decisión responde a una serie de presiones ejercidas por influyentes integrantes de esa familia. Según el diario inglés The Daily Telegraph, tanto Maria Shriver, la esposa de Arnold Schwarzenegger, como Caroline Kennedy, hija de John, han apuntado a la jerarquía más alta dentro de la gigantesca empresa multimedios. Shriver al parecer usó los contactos hollywoodienses de su marido, en tanto que Caroline tiene un libro de próxima aparición en una editorial de Disney, lo que le puede haber facilitado expresar su enojo. Los integrantes de uno de los clanes mas poderosos de EE. UU. están molestos con la forma en la que aparece el presidente norteamericano asesinado en Dallas en 1963. En el programa se le muestra como un hombre obsesionado con el sexo que engaña a su mujer de forma constante. La miniserie, cuyo coste ha sido de 30 millones de dólares (unos 23,2 millones de euros), está protagonizada por Greg Kinnear como John K., Katie Holmes como Jackie y Barry Pepper como Bobby. Fue realizada por el experimentado productor Joel Surnow, responsable de varias temporadas de la exitosa serie 24 (2001-2010). Surnow nunca temió meterse en terreno pantanoso, y declaró a The New York Times al conocerse el proyecto: "No vamos a abrir juicios sobre sus decisiones políticas. Lo que vamos a contar es la historia de la familia". Sin embargo, una vez puesto el proyecto en marcha, la difusión de varios guiones suscitó severas críticas de un grupo de historiadores, entre ellos Theodore C. Sorensen, ex asesor del presidente, quien señaló poco antes de morir que ninguna de las conversaciones que aparecían en la miniserie habían tenido lugar. En su momento, History se defendió aduciendo que esos guiones estaban incompletos, y que garantizaban la fidelidad histórica del trabajo del guionista Stephen Kronish, también veterano de 24.Lo cierto es que por ahora los norteamericanos que quieran ver la miniserie tendrán que viajar a Canadá, donde la coproductora Shaw Media la emitirá en los próximos meses. Lo mismo pasará en otros 30 países en los que ha sido vendida, según aseguraron directivos de Muse Entertainment, otra de las productoras involucradas.
Fuente: Lavanguardia