Este nimio detalle de las fotos que se tomaron en un crucero en Santa Lucía ha provocado todo un problema familiar.
Un amigo de la familia ha declarado que “Cuando no vieron el anillo en el dedo de su hija sintieron que se les caía el mundo encima. Llevaba ese anillo desde los 12 años y nunca se lo había quitado anteriormente. Es más, desde que su relación con Justin Bieber ha ido a más cada vez se lo iba poniendo menos hasta que ya se lo ha quitado del todo”.
“La familia de Selena entiende las posibles motivaciones de su hija e incluso piensan que Justin es un buen chico. Son muy chapados a la antigua y sólo quieren que su hija no haga nada de lo que se pueda arrepentir posteriormente”. La obsesión de la familia por “controlar” a su hija ha llegado a límites insospechados.
“Han contratado a una persona que le acompañe en la gira para controlar cuándo ve a Justin. Selena odia ser espiada y este hecho ya ha provocado varias discusiones y el consiguiente alejamiento entre la artista y su familia”.
Lo más curioso del caso es que la madre de Selena se quedó embarazada de la cantante cuando tenía la misma edad que ahora tiene su hija, dejó al padre biológico cinco años después y se volvió a casar en 2006. Quizás por todo lo anterior está la madre tan preocupada por su hija. Aun así, nos alegra de que haya esa preocupación siempre que no se llegue a rozar la manía persecutoria.
Fuente: lacosarosa.com