En esta matanza, resultó gravemente herida la congresista demócrata Gabrielle Giffords, 14 personas resultaron heridas, y murieron 6 personas, entre ellas una niña. Pero el objetivo no fue la congresista Giffords sino el juez John McCarthy Roll. Veamos por qué:
Los que los medios de comunicación no resaltaron lo suficiente es que mataron a un juez federal, y solo se habló de la congresista y de varias víctimas, al menos en las primeras informaciones. Sin embargo el juez federal era el objetivo, y no la congresista, ya que el juez John Roll resultó difícil de convencer, y pusieron en marcha el Plan B.
El juez federal John McCarthy Roll, hace tres días había emitido una sentencia sobre el caso “United States of America v. $333,520.00 in United States Currency et al”[Case Number: 4:2010cv00703 Filed: November 30, 2010] en la que paralizaba un decreto ley de Obama para intervenir las cuentas bancarias de todo norteamericano sin que haya acción criminal alguna de por medio. El motivo es que el estado norteamericano ha llegado a la bancarrota y tiene previsto intervenir las cuentas de los norteamericanos, directamente(esto es,”CORRALITO“), para lo cual ha comenzado a emitir una serie de anuncios que preparan al personal para lo peor. Tremendo, muere un juez federal y los media no cuentan nada!!
Si en el tiroteo hubiera caído solamente el juez Roll se habría visto claramente que la intención del asesino era eliminar únicamente al juez; sin embargo el atentado se ha camuflado como un supuesto tiroteo fortuito provocado por un supuesto perturbado, por lo cual debían morir una serie de personas, cuantas más mejor, para así despistar mejor cuál era el verdadero objetivo.
Ni siquiera podemos saber todavía con exactitud quién fue el verdadero autor de los disparos, ya que las primeras investigaciones apuntaban a una segunda persona autora de los disparos. Y al final, ha quedado el joven Jared Lee Loughner, al que han detenido, como el típico loco solitario al estilo de Oswald en el magnicidio de JFK, o como el loco del atentado contra Ronald Reagan, y muchos otros, pero que todos estos atentados resultaron ser de mucho calado estratégico.
Cabe destacar que la aparición (una semana antes del tiroteo) del cadáver en un vertedero de basura de John Wheeler III —graduado de West Point, Harvard y Yale, distinguido asesor de múltiples presidentes de Estados Unidos (Reagan o los dos Bush), uno de los mayores expertos de los Estados Unidos en armas biológicas y químicas- y su posible vinculación con el asunto de la muerte masiva de aves en Arkansas, unido al evento acaecido ayer en Arizona, vienen a constatar que algo muy inquietante puede estar ocurriendo en las cloacas de la Casa Blanca.
Como una observación, inquieta saber que la nómina de asesinos solitarios en Estados Unidos desde Lee Harvey Oswald hasta éste que nos ocupa es extensa. En la gran mayoría de casos, estos asesinos han tenido algún tipo de vinculación previa con el ejército estadounidense y otras agencias gubernamentales.