El primer consejo de ministros del nuevo gobierno tunecino de unión nacional, fragilizado por la dimisión de varios ministros de la oposición, ha adoptado tres medidas destinadas a calmar las protestas de los manifestantes: tres días de luto nacional, la amnistía general y la disolución del RCD, partido del ex dictador.
El Gobierno ha decretado así mismo tres días de luto nacional en memoria de las victimas de “la revolución de los jazmines” y ha decidido la reapertura de las escuelas y universidades a partir de la semana próxima.
El proyecto de amnistía de todos los presos políticos, que incluye a los militantes islamistas del movimiento Ennahda, será presentado próximamente en el Parlamento. El gobierno ha decidido así mismo la disolución del máximo órgano de dirección del RCD (Reagrupación Constitucional Democrática).
Esta decisión fue precedida por la renuncia de adhesión al RCD de doce ministros del gobierno de transición. Anteriormente habían roto su carné del RCD el propio Primer ministro y el Presidente interino. La presión social y las manifestaciones reclamando la desarticulación del aparato del poder dictatorial, han dado así los primeros y aún tímidos resultados...
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