Al frente del G8 y el G20, el presidente francés defendió este lunes ante la prensa un impuesto “moral” para luchar contra la especulación y un “zócalo de protección social y universal”. Sarkozy justificó además el silencio de París durante el estallido de la “revolución de los jazmines” en Túnez y las sanciones como método de presión contra el controvertido programa nuclear iraní.
En su tercera conferencia de prensa desde que llegó a la presidencia francesa, el mandatario francés comunicó sus prioridades al frente del G8 y el G20, los grupos que reúnen las principales economías desarrolladas y emergentes del planeta.
En su comparecencia ante los medios, Sarkozy se dijo "favorable a una tasa sobre las transacciones financieras, "la mejor de las fórmulas", según él, para encontrar"nuevos recursos para el desarrollo". "Francia considera que esta tasa es moral teniendo en cuenta la crisis financiera que acabamos de atravesar, útil para disuadir la especulación y eficaz para encontrar nuevos recursos para el desarrollo", aseguró...
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