Viernes 17 de mayo 2024 | Contáctenos
El grupo, que distribuyó hoy su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, señaló que "si bien Brasil se ha consolidado como una de las democracias más influyentes en temas regionales y mundiales de los últimos años, aún subsisten importantes desafíos en materia de derechos humanos".
Vivanco dijo hoy en conferencia de prensa que los abusos cometidos por la Policía brasileña son más graves en el estado de Río de Janeiro y en Sao Paulo.
"En el estado de Río de Janeiro, con una población de 22 millones de personas, mueren cada año en enfrentamientos con la Policía tres veces más personas que en Estados Unidos, que tiene una población de más de 300 millones de personas", añadió.
"Las cifras son alarmantes", dijo Vivanco, y añadió que "algunos casos pueden ser de legítima defensa pero muchos otros casos son ejecuciones extrajudiciales".
El activista reconoció que Brasil sufre, al igual que otros países de la región, un problema real en materia de seguridad pública.
"Pero, frente a este fenómeno, no se invierte en seguridad, y se trabaja con Policías infiltradas por el tráfico de drogas, o que actúan como en el caso de Río de janeiro con impunidad y con gran violencia", agregó.
"Confiamos en que el Gobierno de la presidente Dilma Rousseff intervenga de manera positiva para mejorar la seguridad sin que se violen los derechos humanos", dijo Vivanco.
Según el director regional de Human Rights Watch, en los ocho años de Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva las preocupaciones por los derechos humanos pasaron a un plano secundario en la política exterior de Brasil, más ocupado por la promoción de otros intereses nacionales.
"Esperamos que Brasil se convierta en un aliado en la defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional", añadió.
El informe sostuvo que en Brasil "las condiciones de detención en el país suelen ser inhumanas, y la tortura continúa siendo un grave problema".
"Persiste el trabajo forzado en algunos estados, pese a las medidas del Gobierno federal para lograr su erradicación, y la población indígena y los campesinos sin tierra son objeto de amenazas y violencia, en especial durante conflictos rurales sobre distribución de tierras", de acuerdo con el grupo.
Por otra parte, durante 2010, "el acceso de mujeres a la salud reproductiva se vio limitado por irrupciones en clínicas de planificación familiar y medidas judiciales enérgicas contra las prácticas de aborto".
Human Rights Watch recordó que Brasil nunca ha juzgado a los responsables de las atrocidades cometidas durante el período de dictadura militar (1964-1985).
"En 2010, el Gobierno federal presentó un proyecto de ley por el cual se crea una comisión nacional de la verdad destinada a investigar los abusos cometidos durante la dictadura", indicó el informe , que añade que "sin embargo, a la fecha este documento aún no había sido aprobado en el Congreso".
Vivanco afirmó que "Brasil es, en la región, el país que menos ha hecho para establecer alguna forma de justicia por las violaciones de los derechos humanos cometidas durante el régimen militar".
Fuente: yahoo.es
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