Nunca como en esta ocasión de elecciones presidenciales se ha visto tanto candidato; pero, lo más jocoso por llamarlo de algún modo es que todos se han dedicado a colocar gente en sus filas que nada tiene ni tendrá que hacer dentro de la función legisladora; me refiero a deportistas, gente de la farándula y otros variopintos, que como sea se han metido en uno u otro partido político. Y la inversión que hacen es millonaria, pero cómo piensan recuperar su plata los que invierten, claro está que no todos invierten, pero la mayoría lo hace, pues, pasan por cajatambo y se matriculan. Esta gente piensa que el pueblo peruano no se da cuenta de la ambición de poder que da plata, y que es el ansia de esos políticos. Nadie debería votar por semejantes prestamistas porque después se van a cobrar con creces. En suma es un circo de cloaca.
Se supone que con tantas bombardas el pueblo peruano despertará, para ver las ofertas mentirosas y las personalidades de los legisladores que no saben nada de nada. Y a algunos que han estado enterados por ahí se les llamará juristas. Será porque juran por Dios y por la plata.