El presidente de la SNCF, Gillaume Pepy, dijo que la compañía francesa que transportó entre 1942 y 1944 a 76.000 judíos a campos de concentración desde Francia fue un “engranaje” de la maquinaria nazi de exterminación” pero asegura que la SNCF actuó de esta manera tras ser requisada. Víctimas y familiares consideran este ‘mea culpa’ insuficiente.
“No es un perdón, no son excusas completas”, dijo Rositta Kenigsberg, vicepresidenta del Centro de Documentación y Educación de Miami quien añadió que la SNCF debe ir a Estados Unidos a pedir disculpas y a hablar con los que sufrieron el holocausto. Florida es un estado donde residen muchos supervivientes del holocausto.
Guillaume Pepy habló desde Bobigny, cerca de Drancy, en Francia desde donde fueron deportados a los campos de concentración miles de judíos durante la segunda guerra mundial. Desde allí, expresó su “profundo dolor y el arrepentimiento por las consecuencias de los actos de la SNCF”.
El presidente de la SNCF repitió las palabras de Jacques Chirac cuando el Estado francés reconoció por primera vez la implicación de Francia en la muerte de decenas de miles de inocentes. “Sí, la locura criminal del ocupante fue secundada en Franca, por el Estado francés”. Parece que estas palabras históricas han sonado ahora bastante huecas...
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