A Charlene Wittstock le quedan pocos meses para convertirse en princesa pero su futuro cargo no debería preocuparle más de lo habitual en este caso. Y es que, la prometida del príncipe Alberto de Mónaco, se está acostumbrando a las agendas oficiales propias de una princesa y cada vez se encuentra más integrada en la vida del Principado. Si esta misma semana la veíamos en la ceremonia de clausura del Festival de Circo de Montecarlo, ahora Charlene ha asistido por primera vez a la celebración de la festividad de Santa Devota, patrona de Mónaco y de la familia Grimaldi, festejo en el que se desenvolvió sin ninguna complicación y dando muestras de lo preparada que está. A la mañana siguiente, participó en la misa celebrada en la Catedral del Principado en honor de la santa patrona, momento en el que volvió a reiterar su 'buen hacer'.
Fuente: Hola