Ricky Martin asegura que anunció su homosexualidad “cuando ya no podía más” y señala que en el título de su nuevo disco, “Más (Música+Alma+Sexo)” traza un compendio del momento que vive, en el que dice sentirse “pleno como hombre, artista y padre”.
Frente a quienes le acusan de convertir su vida en una operación de mercadotecnia para promocionar su nuevo trabajo, que se publica el próximo martes, el artista puertorriqueño afirmó que “no tiene tiempo para este tipo de pensamientos” y que ya hace un año que colgó aquel mensaje en su cuenta de Twitter: Hoy acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida”.
“No sé si todo el mundo pasará en esta vida por donde yo he pasado. He tenido dos años muy espirituales, de mucha introspección”, comentó sobre una catarsis que se inició antes de su álbum acústico “MTV Unplugged” (2006), cuando cogió la mochila y viajó sin itinerario previsto.
“Quería silencio después de 25 años. Es lo que necesitaba para aceptarme como hombre y tomar la decisión de ser padre”, algo que sucedió hace ya dos años y medio y que, según sus memorias recogidas en el libro “Yo” (Plaza&Janés), le empujó a convertirse en un ejemplo de verdad y “dignidad” para sus hijos.
“Yo necesito estar bien para que ellos estén bien”, dice. “Lo hice cuando lo hice, ni antes ni después, fue cuando ya no podía más”, insiste.
Sobre la posible repercusión de su homosexaulidad en su estatus de estrella mundial, vaticina que “a lo mejor hay personas que no me querrán y otras que me querrán porque lo soy” -y continúa-, “pero si me dejo llevar por mis seguidores en Twitter, ahora tengo dos millones”.
Se mostró agradecido por el respeto que se le ha dado a la noticia, tanto en Latinoamérica como en un país tan “conservador” como EEUU, sobre todo por “los niños de catorce o quince años que están entrando en un conflicto muy intenso sobre quiénes son, sobre por qué se sienten raros y por qué su sociedad les dice que sus emociones están mal”.