Una encuesta realizada por My OK! Wedding ha revelado los famosos más deseados para pasar por el altar... y también aquellos con los que el público nunca querría casarse, que suelen ser los que protagonizan los mayores escándalos. Una vida ordenada y un aspecto atractivo, esas son las cualidades más valoradas en las estrellas a la hora de plantearnos una posible boda, que probablemente sólo se cumpla en nuestra imaginación.
El historial impecable de Natalie Portman la ha colocado en el número 1 del ranking de esposas famosas ideales, y tras ella vienen Megan Fox, Katy Perry, Kate Moss y Gisele Bundchen, chicas guapas que llevan una vida tranquila y alejada de los escándalos.
Todas ellas están ya casadas o tienen novio estable, aunque alguna haya sido considerada toda una sex symbol explosiva, como Megan Fox, ahora nadie podría decir que son objeto de controversia.
En cuanto a los hombres, el primer lugar es para el Príncipe Harry. Su historial no está precisamente limpio, pero el joven se ha reformado con los años y ha demostrado su seriedad en su trabajo con el ejército británico.
En el Top 5 le siguen Justin Bieber, Robert Pattinson, David Beckham y Russell Brand. A los dos primeros no les ha dado tiempo aún a escandalizar al público, y por su aspecto tampoco parece que lo vayan a hacer, mientras que Beckham y Brand dan muestras cada día de ser maridos modelo.
Los famosos con los que nadie, nunca, se casaría son aquellos que día sí y día también protagonizan titulares por abuso de drogas o escándalos con prostitutas, aunque también se ha colado en la lista alguno que no sigue esa tendencia.
Fuente: Europapress
Los maridos menos deseados vienen encabezados por el rey de las fiestas extremas, Charlie Sheen, al que le siguen los excéntricos Mel Gibson y Tom Cruise, y tras ellos Mickey Rourke y Pete Doherty.
En cuanto a las mujeres, los escándalos de Amy Winehouse, Lindsay Lohan y Britney Spears no han gustado a los hombres, que tampoco querrían compartir su vida con Heather Mills ni -sorprendentemente- la discreta Gwyneth Paltrow.